Muertes por abortos
Un argumento muy habitual entre quienes impulsan la legalización del aborto es sostener que así se evitaría la muerte de muchas mujeres que, al estar prohibido, lo hacen en forma clandestina, sin las garantías necesarias. En la reciente marcha frente al Congreso, esa razón fue nuevamente esgrimida. Entrevistada por televisión, una de las organizadoras de la protesta dijo que el aborto clandestino “mata a miles de mujeres todos los años”, por lo cual supone un grave problema de salud pública. Incluso se suele afirmar que es la primera causa de muerte materna. Nunca se dan cifras: “Miles”, “decenas de miles”. Pero los números están, y muestran otra realidad. Según las estadísticas del Ministerio de Salud, en 2016 murieron en el país, por causa del aborto, 43 mujeres. En 2015 habían sido 55: una reducción del 20% (todavía no se conocen las cifras de 2017). Y el informe oficial, citado la semana pasada por el portal Infobae, no discrimina entre interrupciones del embarazo voluntarias y espontáneas (o naturales).
De cara al debate que está comenzando y que es ineludible, resulta clave conocer el fenómeno en toda su complejidad y basarse en datos certeros, no falsos: que la verdad no sea la primera víctima de la discusión.