A contramano de Casa Rosada, Larreta acordó con la CC no aceptar aportes de empresas a la campaña

Horacio Rodríguez Larreta no sólo repartió lugares en las listas con sus aliados políticos para ampliar y apostar a un triunfo en la primera vuelta. También accedió a seguir las reglas de financiamiento de campaña de sus socios de la Coalición Cívica (CC), en un esquema que irá a contramano de la Casa Rosada.

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El equipo porteño de Juntos por el Cambio acordó que no recibirá aportes de empresas para la campaña de estas elecciones , tal como habilita la nueva ley de financiamiento político impulsada incansablemente por la gestión de Mauricio Macri . Fue una forma de respetar los principios del partido de Elisa Carrió , pero también de empalmar la ley nacional con la porteña.

La flamante ley de financiamiento político, que permite aportes de personas jurídicas con un tope de hasta el 2% de los gastos totales, solo aplica para los cargos nacionales. Es decir, en el caso porteño, solo correría para la campaña de los candidatos al Congreso.

Aún así, en el oficialismo porteño pasarán por alto la licencia para pasar la gorra entre las empresas. Ello no quita que haya hombres de negocios que, a título personal, puedan aportar fondos a la campaña del oficialismo. La recaudación de fondos en la Ciudad siempre fue una caja clave para la estructura de Pro.

Acuerdo

La decisión de prescindir de los aportes empresarios surgió de un pedido de la CC, que históricamente rechazó las donaciones de las compañías para el proselitismo. El acuerdo se celebró entre el partido de Carrió, y, por el macrismo, por Eduardo Macchiavelli (ministro de Ambiente y Espacio Público porteño y jefe de campaña de Rodríguez Larreta) y la legisladora Carmen Polledo, histórica recaudadora de Pro en la Ciudad.

La lista a diputados nacionales de Juntos por el Cambio va encabezada por el presidente de la CC, Maximiliano Ferraro, que ya fijó como ejes de campaña llevará los temas vinculados a la educación, el medio ambiente y la diversidad sexual.

El radicalismo, que lleva a Martín Lousteau como primer candidato a senador y al presidente de la UCR porteña, Emiliano Yacobitti, en un lugar expectante de la nómina de candidatos a diputados nacionales, no participó de la mesa de decisión sobre la recaudación de fondos.

Cuando este año se votó la ley de financiamiento político, el partido de Elisa Carrió votó a favor de la norma en general, pero se pronunció en contra del articulado referido a los aportes empresarios, debido a que va en contra de los principios del partido.

Pero, además de aceptar el requerimiento de sus socios políticos, en Pro resolvieron el escollo que implicaba encastrar dos leyes distintas. Cuando la legislatura porteña aprobó una reforma política para la Ciudad, dejó en suspenso el capítulo del financiamiento de personas jurídicas, a la espera de la ley nacional. Pero la normativa en el Congreso se dilató por los sucesivos escollos que encontró el macrismo para acordar con la oposición. La sanción llegó al filo del proceso electoral de este año y en la Capital Federal no hicieron a tiempo a suscribir la norma nacional.

"Decidimos que aceptaremos sólo los aportes de personas físicas y todo bancarizado. Nos sentimos todos más cómodos con eso", explicaron cerca del comando de campaña a LA NACION. Además, la CC y Pro acordaron que los aportes de las personas físicas para la campaña porteña tendrán un tope un 30% menor respecto al fijado por la ley.

La ley de financiamiento político sincera y legaliza una situación que, reconocen en todos los partidos, se daba de hecho. Prohibidos en 2009, los aportes empresarios a las campañas se continuaron en negro o disfrazados de aportes personales en los balances.