Alberto Fernández muda a Olivos la reunión con el gabinete económico con la inflación y la deuda en la agenda caliente
El Presidente pasará buena parte de la semana de confinamiento en la quinta; Cafiero reconoció negociaciones con el FMI a pesar del pedido kirchnerista para no pagar y destinar los fondos a la pandemia
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El Presidente optó por transcurrir la semana de confinamiento en Olivos, mientras la agenda económica apremia con múltiples frentes abiertos. Por eso, Alberto Fernández solicitó que la reunión de “gabinete económico” -el encuentro semanal de los funcionarios del área que, por su recurrencia, quedó institucionalizado- se mude mañana a la quinta presidencial.
Así lo confirmaron dos importantes colaboradores a LA NACION, que señalaron que es altamente probable que el jefe del Estado sea parte de la cumbre. Las reuniones de gabinete económico suelen estar encabezadas por el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Fernández no es muy afecto a participar de esos encuentros de gestión, que son extensos, populosos y esquemáticos, y prefiere el contacto uno a uno con sus funcionarios. Solo se sumó contadas veces, durante la cuarentena de 2020. Sin embargo, con una batería de temas candentes, el cónclave de esta semana mudará su sede y contarácon la presencia del jefe de Estado.
El encuentro se agendó para las 10.30 en Olivos y asistirán, además de Cafiero, el ministro de Economía, Martín Guzmán; el titular del BCRA, Miguel Pesce; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; el ministro de Trabajo, Claudio Moroni entre otros funcionarios. “La agenda es general y se repasarán varios temas”, dijeron fuentes oficiales.
Los temas que apremian
Más allá de la “agenda abierta” de asuntos productivos y de medidas de ayuda que trabajará con sus ministros, uno de los puntos más urgentes para la administración de Fernández es la deuda: el lunes vence el pago de 2400 millones de dólares con el Club de París y se espera, antes de ese día, tener gestos de buena fe por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del club de países europeos para lograr un aplazamiento del pago. “Para no pagar ahora, hay que acordar”, suelen repetir en el Palacio de Hacienda, cada vez que desde la tribu kirchnerista le exigen a viva voz al Gobierno no reembolsar la deuda con los organismos multilaterales.
El último episodio ocurrió con la “proclama del 25 de Mayo”, el texto de diez páginas firmada por políticos, actores, gremialistas y periodistas filo kirchneristas que reclamó “la suspensión de los pagos por capital e intereses con el FMI y el Club de París, mientras se extienda la emergencia sanitaria”. “Lo que dicen está bien, el tema es estar acá y gestionarlo”, replicaban hoy en la Casa Rosada.
Hoy, Cafiero advirtió en Radio La Red: “Es bueno que se expresen todas las voces dentro del Frente de Todos. Pero la decisión la va a tomar el Presidente respecto del pago de la deuda con el FMI”. Y ratificó: “Estamos trabajando en tener un nuevo programa con el FMI. Lo que nos dejó el macrismo exige pagar durante este año y el que viene dólares que Argentina necesita para su desarrollo económico”.
Aunque el kirchnerismo intenta condicionar los acuerdos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, avanza con las gestiones con los organismos multilaterales. Altas fuentes del Gobierno confían en llegar a un acuerdo antes del lunes que permita evitar un default con el Club de París.
Para eso, aunque la negociación está lejos de una resolución, el Gobierno podría lograr algún gesto de buena fe del FMI, que le permita lograr el favor de los países acreedores del club europeo. “Un acuerdo de facilidades extendidas te da un camino libre de más de cuatro años sin pagos, concentrando el grueso de la deuda en un segundo lustro”, destacan en el Gobierno.
El otro tema que encabeza las preocupaciones domésticas es la inflación. Con un primer cuatrimestre que se escurrió de las manos (alcanzó el 17,6%), la expectativa que albergan en los corrillos oficiales es que a partir de mayo se inicie una desaceleración. Pero los desencuentros al interior de la coalición de gobierno tampoco permiten ver un rumbo nítido.
En principio, parte del equipo económico debe reportarle al Presidente los avances en las negociaciones con los actores del rubro de la carne, para evaluar la posibilidad de levantar el cepo a las exportaciones antes de los 30 días, con la amenaza de un desabastecimiento sobre las espaldas.
Alberto Fernández decidió cerrar la exportación de carne vacuna por 30 días en un gesto de fuerza de autoría presidencial. Pero ni Guzmán, ni el ministro de Agricultura, Luis Basterra, defendieron públicamente la medida. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, que fue la cara visible de la decisión, trabaja para levantar el cepo lo antes posible.
Por último, se espera que el Presidente y sus funcionarios analicen el impacto de la semana de confinamiento. Hoy, Cafiero confirmó que el lunes, cuando se cumplan los nueve días de cuarentena total, se volverá al esquema de actividades que se tenía hasta la semana pasada, con cierres nocturnos. Aunque la gestión es dinámica, no se descarta que esta semana el Presidente mantenga su actividad en Olivos para “quedarse en casa” y dar el ejemplo.
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