Jair Bolsonaro recibirá a Felipe Solá, con el objetivo de aliviar las tensiones bilaterales
El canciller Felipe Solá encabezará hoy el primer acercamiento de alto nivel entre la Argentina y Brasil, con el objetivo de recomponer un vínculo tenso e iniciar una negociación para evitar crisis comerciales. El gobierno brasileño confirmó anoche que el presidente Jair Bolsonaro recibirá a Solá, una señal que multiplicó las expectativas de la Casa Rosada.
El canciller argentino llegó anoche a Brasilia y mantendrá hoy una reunión con su par, Ernesto Araújo. El saludo y la foto con Bolsonaro podrían agregar un marcado gesto de distensión con la administración de Alberto Fernández, con quien el mandatario brasileño mantiene una relación tirante, caracterizada por roces permanentes.
"Existiendo la oportunidad, voy a recibirlo", dijo Bolsonaro ayer, pocos días después de haber ratificado la invitación para que Fernández viaje a Brasil y de haber calificado al gobierno argentino de "socialista".
La semana pasada, el presidente había dicho que estaba "listo" para recibir a Fernández como lo haría con "cualquier otro jefe de Estado". Sin embargo, un día antes, Bolsonaro había cuestionado medidas económicas internas del Gobierno, como el pago de la doble indemnización. Avances y retrocesos en una relación que todavía no tiene una hoja de ruta definida.
Además de intentar establecer un canal de diálogo fluido entre los gobiernos que esquive los cortocircuitos políticos, el futuro del comercio bilateral, dentro del Mercosur y fronteras afuera, particularmente con la Unión Europea (UE), será eje de la visita oficial. Solá manifestará la preocupación del gobierno argentino por el intento de avanzar en una reducción fuerte del arancel externo común (AEC) del bloque regional, algo que promueve Bolsonaro.
Si bien en la Casa Rosada reiteran el interés por profundizar la integración con Brasil, aseguran que la crisis es un obstáculo que se debe superar primero. Por eso, Solá propondrá un análisis individual del impacto que la reducción de esos aranceles propuesta pueda tener en cada sector. Para Fernández, la situación económica que atraviesan el país y su industria hace imposible enfrentar una liberalización abrupta del comercio exterior.
Además, el embajador designado en Brasil, Daniel Scioli, afirmó que su objetivo será volver a darle al comercio bilateral el peso histórico que llegó a tener entre 2011 y 2012, que en la actualidad cayó a la mitad.
Según datos de la Secretaría de Comercio Exterior, la balanza comercial el año pasado registró superávit argentino por US$838 millones. Las exportaciones alcanzaron US$10.552 millones y las importaciones totalizaron US$9714 millones. A principios de la década pasada, la balanza comercial rondaba los US$40.000.
El 68% de las exportaciones argentinas a Brasil son productos de manufactura industrial, seguidos por productos primarios (17%), manufacturas agropecuarias (12%) y combustibles (3%).
Los productos automotores forman parte del grueso de las exportaciones, que registraron un salto del 17,4% interanual en enero debido a la mayor demanda proveniente de Brasil, cuya economía está en expansión y prevé un crecimiento superior al 2% este año.
El acuerdo con la UE
El resultado de esas conversaciones entre Solá y Araújo marcará el preludio del tono que tendrá la disputa por la implementación del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Si bien Bolsonaro es un firme impulsor del pacto que se anunció el año pasado, Fernández considera que todavía no puede entrar en vigor para la Argentina.
Si bien es improbable una renegociación del pacto, el Gobierno sí buscará que se tomen medidas que protejan a la industria local ante la reducción de aranceles parcial o total, inmediata o proyectada, que contempla el acuerdo.
El texto está en etapa de traducción y revisión jurídica, y deberá aprobarse en todos los parlamentos para entrar en vigor, un proceso que podría dar sus primeros resultados a fin de año.
De aprobarlo, los países del Mercosur podrán comenzar a comerciar con Europa con las nuevas condiciones, algo que le quitaría competitividad rápidamente a la Argentina si hubiera una decisión política de postergar el tratamiento en el Parlamento.
Solá viajó acompañado por el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, y por Scioli.
Además del encuentro entre cancilleres, Beliz también se reunirá con el general retirado Augusto Heleno, ministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional de Brasil, con quien conversará sobre cuestiones de interés geopolítico para ambos países.