Juan Emilio Ameri: un político de barricada que en Salta se jactaba de "manejar poder"
SALTA.- Cuando el ahora exdiputado nacional Juan Emilio Ameri (Frente de Todos) llegó desde Buenos Aires a esta ciudad no tenía dinero ni para comer. Quienes no le guardan aprecio dicen que siempre fue "el típico barrabrava kirchnerista con suerte", pero otras personas lo califican como un militante que por su persistencia "pasó de la barricada a un alto cargo", explicaron distintas fuentes políticas a LA NACION. Todos coinciden en señalar que nunca fue un hombre con dinero.
Durante sus primeros meses en Salta vivió en una sede partidaria, donde los referentes le ofrecieron un catre. En el último tiempo, poco más de una década después de su arribo, no ostentaba grandes progresos económicos enraizados en su jerarquía política: pese a pasar diez años vinculado con el peronismo, vivía en una pensión cercana a la zona roja del macrocentro, muy cerca también de los mercados populares de alimentos. No tenía una buena computadora, ni un auto, ni televisión. Muchas veces, no tenía conexión a Internet. Cuando podía, miraba noticias en YouTube con una vieja netbook.
Aferrado más al azar que a la astucia, como integrante de la agrupación El Aguante, del Frente de Todos, Ameri logró secundar en una boleta al caudillo del norte Sergio "Oso" Leavy, actual senador peronista. "Ameri vivía como una rata. Como diputado, podría haberse alquilado, como mínimo, un monoambiente", relató a LA NACION una fuente que conoce al exlegislador.
Un perfil polémico
Prepotente, ignorante y maleducado son algunos de los adjetivos con el que lo califican varios de sus detractores en el entorno de la política local. Cierto es que no ostentaba dinero, pero Ameri sí alardeaba sobre sus contactos.
"Yo soy un hombre que maneja poder", solía decir. Otra frase que le han escuchado, al quejarse por no tener dinero, lo pinta ahora casi por completo: "No tengo un mango porque reparto el sueldo de diputado con mis mujeres". Una de las fuentes consultadas explicó que, de todas formas, Ameri siempre –discursivamente– intentaba separarse de las tradiciones arraigadas entre políticos.
Paradójicamente, el exlegislador que protagonizó un escándalo erótico en vivo, según cuentan las fuentes, alguna vez dijo que le parecía obsceno que el Estado gastara dinero para que un chofer busque a los legisladores del aeropuerto. Ameri tiene 47 años y tres hijas. Más allá de todo, hay un dato inobjetable: el exdiputado ya había sido denunciado públicamente por el movimiento feminista y recibió fuertes críticas, inclusive de mujeres de su propio partido.
La abogada Mónica Menini, referente del movimiento de mujeres en Salta, dijo a LA NACION: "En 2019, varias organizaciones denunciamos que Ameri acosaba a jóvenes militantes de su partido. Esas chicas nos mandaron capturas de los chats y se observa cómo él las acosaba sexualmente; pedía ‘favores’ sexuales a cambio de programas".
Y agregó: "Advertimos que este pervertido ejercía violencia, que golpeó a un muchacho de otra agrupación, que violentó a una compañera. Todas las militantes jóvenes veían que, ante esos hechos, nada ocurría en la Justicia. Por eso las chicas acosadas por Ameri nunca hicieron una denuncia formal, por el miedo que sintieron cuando se ejerció violencia política contra ellas. Nosotras visibilizábamos esa problemática, pero nadie nos tomó en cuenta lo que decíamos".
Por otro lado, la abogada Menini analizó el caso y explicó: "Es muy traumático el acoso sexual, y cuando el varón tiene poder político se vuelve doblemente problemático. Todavía nos cuesta mucho revisar quién accede y por qué a integrar una lista partidaria. Por ejemplo, Ameri estaba –en su lista– antes que una mujer que es licenciada en ciencias políticas y fue directora de un programa, que defiende los derechos humanos".
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