Crisis en la campaña de LLA: un sector del Gobierno y los aliados de Pro presionan para que Espert baje su candidatura
Hay bronca y desconcierto en el oficialismo por la decisión del diputado de ratificar su postulación; las dudas que dejó el descargo grabado y una fuerte preocupación por el impacto electoral
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Lejos de calmarse, la tormenta política que desató en la cúpula de La Libertad Avanza (LLA) la denuncia contra el diputado José Luis Espert empeora con el correr de las horas. En la Casa Rosada la tensión es máxima después de que el candidato de Javier Milei en la provincia de Buenos Aires difundiera un video en el que admite que recibió una transferencia por 200.000 dólares de una empresa ligada a Federico “Fred” Machado, acusado de narcotráfico, fraude y lavado de activos por la Justicia de los Estados Unidos.
Espert publicó anoche su mensaje grabado debido a que LA NACION había confirmado, en base a datos oficiales de EE.UU., que el giro que le hizo Machado a Espert, en enero de 2020, figura en una contabilidad oficial elaborada por el Bank of America e incorporada a la causa que se tramita en los Estados Unidos.
Durante la madrugada de ayer, el Presidente respaldó el descargo del economista e intentó encapsular el escándalo que complica la campaña electoral del Gobierno con vistas a las legislativas del próximo 26 de octubre. Se mostró más que satisfecho con las explicaciones de Espert y dio por cerrado el tema: “El Profe desmontando la inmunda y burda operación montada por el kirchnerismo”, escribió en la red social X.
No obstante, Milei está lejos de controlar la crisis. Un sector de LLA, con la ministra de seguridad, Patricia Bullrich, a la cabeza, y los aliados de Pro están muy preocupados por el efecto que podrían tener las revelaciones del caso en las próximas elecciones. No solo están disconformes con los argumentos que dio el candidato en el video que difundió anoche para explicar su vinculación con Machado -hablan de inconsistencias y contradicciones o falta de pruebas-, sino que están furiosos porque consideran que Espert debería dar un paso al costado y renunciar a su postulación para no desgastar aún más la imagen del Presidente y no seguir debilitando al sello de LLA de cara a la competencia del 26 de octubre. “Estamos muy preocupados, porque ya llegábamos a la elección en una situación de debilidad. Nos van a hacer mierda”, se lamentan, sin pelos en la lengua.
De hecho, hasta esta tarde ningún ministro o alto funcionario -ni siquiera Santiago Caputo, que reabrió su cuenta en X- había reposteado el mensaje de apoyo de Milei a Espert o se había solidarizado públicamente con el diputado por la supuesta operación del kirchnnerismo. Un principio de revelación.

Campaña paralizada
Bullrich, candidata a senadora nacional, retomó esta mañana las recorridas proselitistas por la ciudad de Buenos Aires. Quienes la rodean afirman que recibió muestras de apoyo de sus seguidores por haberse diferenciado de Milei y haber reclamado que Espert explique con claridad su vínculo con Machado. La ministra de Seguridad está inquieta porque presume que el impacto en el proceso electoral podría ser letal para el Gobierno. Ahora se aferra a las declaraciones que hizo esta mañana el vocero presidencial, Manuel Adorni, quien dijo que Espert debería dar “una explicación adicional” si quedaron dudas en torno a su descargo.
Por ahora, la ministra de Seguridad, especialista en el combate dialéctico con el kirchnerismo y la primera funcionaria de peso que salió a desmarcarse de la postura de Milei de sostener a Espert, prefiere mantenerse en silencio. “Estamos obligados a ser transparentes. Va a tener que dar más explicaciones”, aseguran fuentes oficiales. Ella se juega mucho en octubre y aspira a superar el 40% de los votos en la Capital, bastión de Pro. Para eso, requiere retener los votos que sacó Adorni en mayo y conjugarlos con la cosecha de Silvia Lospennato (15%).

En el macrismo y en la tropa de Bullrich asumen que será complicado para los candidatos hacer actividades en las calles o salir a instalarse en los medios sin que les pregunten sobre el caso de Espert. “Esto es un tsunami y va a pegar en todos lados. No hay campaña posible”, señalan.
La incógnita que se instaló en ese sector del oficialismo es por qué Milei opta por sostener a Espert a toda costa. “Es un tema personal. Le dio su palabra”, retratan en despachos oficiales.
Santiago Caputo, el principal consejero de Milei, y su equipo se ocuparon de asesorar al candidato en su descargo. En el video, de unos seis minutos, el economista ligó las acusaciones con la campaña electoral y volvió a declararse víctima de una operación de Juan Grabois, candidato a diputado de Fuerza Patria. Por primera vez, reconoció que había recibido 200.000 dólares de una empresa ligada a Machado, pero dijo que cobró ese dinero por su actividad profesional como consultor económico.
La idea de que grabara un video se pensó después de que en la entrevista con Pablo Rossi en A24, Espert rehusó contestar en más de una ocasión si había recibido una transferencia de Machado.
Anoche, se decidió apurar la publicación del mensaje después de que LA NACION confirmó el registro del movimiento bancario.
Ayer, Espert participó del acto que encabezaron Milei y Bullrich frente a la cárcel de Ezeiza para presentar el nuevo Código Penal. Se lo vio charlando con Alejandro Fargosi y Agustín Monteverde, postulantes en la Capital. Pese a que estuvo presente, no le dieron un lugar protagónico.
Dudas y reproches
La estrategia de defensa de Espert, quien no exhibió hasta ahora documentación que certifique sus dichos, generó más ruidos entre los pesos pesados del Gobierno que esperan que dé un paso al costado para evitar un daño mayor. Bullrich y Guillermo Francos, jefe de Gabinete, habían pedido más precisiones antes de que se conociera el video.
Lo que más llamó la atención en el oficialismo es que Espert haya dicho que la empresa que lo contrató, en 2020, fue Minas del Pueblo, una compañía que fue sancionada por el gobierno de Guatemala en 2021 y que está señalada como parte de la estructura delictiva de Machado.
También hay bronca y desconcierto en Pro, que lleva como candidatos en la provincia a Diego Santilli, Alejandro Finocchiaro y Florencia de Sensi, porque Espert había dicho que apenas conocía a Machado. Ayer, en un nuevo giro de su relato, admitió que el empresario investigado por narcotráfico y lavado de dinero formaba parte de su equipo de campaña. “Esto tendría que haberse resuelto rápido. No hay un equipo de manejo de crisis. Y Espert tendría que hacer un gesto y correrse él para ayudar a Milei. No puede ser que el Presidente sea el pararrayos”, despotrica uno de los referentes de Pro en Buenos Aires. Otros dirigentes del partido amarillo critican a Espert por no haber exhibido documentación que respalde su versión.
Lo que más sorprende, dicen en el macrismo, es que ningún alto mando del Gobierno haya evitado que el Presidente se comprometiera en la defensa de Espert -habló de “chimentos de peluquería”- sin verificar si existía o no la operación bancaria entre el candidato y el empresario acusado de narcotráfico.
Por estas horas los macristas recuerdan el caso del periodista Fernando Niembro, quien bajó su postulación a diputado de Pro un mes antes de las elecciones de 2015, sospechado por la facturación al gobierno de la Ciudad de $21 millones desde su exempresa La Usina Producciones.
En el grupo que responde a Patricia Bullrich -lo integran desde los intendentes Diego Valenzuela (Tres de Febrero) y Ramón Lanús (San Isidro) hasta los diputados Damián Arabia, Juan Pablo Arenaza, Patricia Vázquez y Laura Rodríguez Machado- también hay un clima de incertidumbre. La mayoría prefiere no expresarse. Están incómodos y preocupados por la escalada de la crisis y la pérdida de capital político que tuvo el Gobierno en los últimos meses. En privado, no ocultan su deseo de que el diputado se baje. “Espert ya tendría que haber renunciado. Pero no tiene moral para eso”, lanzan.
Sin embargo, fuentes oficiales afirman que la decisión está tomada al máximo nivel de LLA, es decir, por parte de Milei, y nadie piensa pedirle a Espert que decline su postulación. “Es un tema terminado. Espert no era funcionario, declaró el ingreso, lo bancarizó y pagó impuestos por el trabajo que llevo a cabo. Nunca lo citó la Justicia”, arguye uno de los dirigentes más influyentes del partido del oficialismo nacional, que controla Karina Milei.
En el equipo de campaña que conduce Sebastián Pareja -nunca tuvo buena sintonía con Espert- prima el nerviosismo. En la intimidad lugartenientes de Pareja se atreven a pedir la renuncia de Espert, pero creen que es difícil que el Presidente dé marcha atrás o que el diputado sea capaz de apartarse para descomprimir.
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