El piloto del jet de Scatturice admitió que despegó desde un aeropuerto no declarado
Es Juan Pablo Pinto; en los papeles figura que decoló desde Fort Lauderdale pero dijo que lo hizo desde Kopf Opa Locka, en Miami
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Juan Pablo Pinto, uno de los pilotos que trajo al país el avión Bombardier 500 de Leonardo Scatturice, el empresario amigo del Gobierno, presentó un escrito en la justicia para explicar de quién eran los 10 bultos que bajaron de la aeronave, pero allí indicó que despegó de un aeropuerto en Miami que no es el que figura en los papeles del vuelo.
Pinto dijo en su escrito que despegó el 26 de febrero desde Kopf Opa Locka, en Miami. Sin embargo, oficialmente se registró que el jet privado partió desde Fort Lauderdale.
Según la declaración general de vuelo, la aeronave provenía del aeropuerto KFLL-Fort Lauderdale, Florida, Estados Unidos. Sin embargo, en mensajes de WhatsApp enviados por el piloto al personal de la empresa Royal Class, que fueron aportados en el expediente judicial por esa compañía, indicaba que la aeronave provenía y regresaría el 12 de marzo al aeropuerto de Opa-locka (KOPF). Ahora el piloto confirma lo que dicen estos mensajes.
La Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) aportó la faja de progreso de vuelo y mensajes AMHS, que contienen información relativa al plan de vuelo y su trayectoria, de los cuales también se desprende que la aeronave habría provenido de Opa-locka (KOPF).

Este detalle es clave porque habla de los controles que se realizaron sobre el equipaje al salir de los Estados Unidos, uno de los argumentos que la empresa de Scatturice esgrimió para asegurar que el equipaje fue controlado al partir.
El piloto Pinto dijo que bajaron de la aeronave con la única pasajera, Laura Belén Arrieta, que es empleada de la firma de Scatturice.
Los fiscales Claudio Navas Rial y Sergio Domínguez creen que pudo haber irregularidades porque en los videos del aeroparque se ve que bajaron con al menos 10 bultos, pero se registraron cinco. Y dos valijas quedaron en la aeronave.
El piloto Pinto se presentó espontáneamente en la causa para explicar de quién era cada bulto. Dijo que tras el control de migraciones fueron a recoger el equipaje a la cinta. Contó que “en el caso de la pasajera Laura Belén Arrieta, llevaba una valija marca Louis Vuitton y un carry on de pequeñas dimensiones; en el caso del otro comandante, José Luis Donato Bresciano, una valija con ropa y su valija de vuelo o carry on”. Y en su caso, dijo: “Mi valija de vuelo, un carry on pequeño con calzado, una impresora en su caja, un inflable en una bolsa transparente, una mochila con ruedas para mi hijo menor de edad, una valija con mi ropa y una guitarra en su estuche”.
Dijo que en el interior de la valija de vuelo había “manuales del avión, licencias, ipads con cartografía aeronáutica, headsets, linternas y demás elementos de seguridad y uso propios de la actividad”.
Además, negó falta de controles y dijo que los procesos migratorios y de chequeo de equipaje fueron los habituales. Sin embargo en las imágenes se advierte como le levantaron una barrera para que pudieran pasar sin ser controlados, mientras a su lado se formaba una fila de pasajeros a la espera de los controles.
El piloto sostuvo que arriba del avión se le informó a los agentes de PSA y Aduana que dos valijas que pertenecían a Arrieta y Víctor Du Plooy quedarían en el avión. El ejecutivo de OCP Tech, la empresa de Scatturice, subió al avión en Aeroparque para continuar con el vuelo con rumbo a París.

“En la imagen se ve a un maletero de Royal Class empujando un carro (recuadro verde) con mi equipaje detallado en el párrafo precedente, y se observa sin dificultad en la base la valija con mi ropa, sobre ella el inflable, sobre el inflable la mochila con ruedas de mi hijo, arriba la guitarra y por último, en la parte superior, la impresora”, sostuvo.
“Du Plooy viajó a la Argentina en un vuelo comercial unos días después, y sabiendo que yo lo hacía en un avión privado me pidió se la trajese [la guitarra] por miedo a que en el vuelo comercial se la dañaran, junto con la valija que quedó en tránsito dentro del avión para ser llevada luego en el viaje a París”, afirmó Pinto en el escrito.
El piloto también adjuntó recibos de las compras de una mochila con rueditas y un inflable en la plataforma Amazon que fueron entregadas a él y que, según dijo, eran para su hijo.
“Con lo expuesto, entiendo aclarada la cuestión del equipaje, de qué se trata cada pieza y a quién corresponde cada una, surgiendo inequívocamente por un lado que soy quien trajo los cinco bultos que se encuentran en el carro que se observa en la primera de las fotografías que se acompañan, y de qué se trata cada bulto transportado en él. Entiendo también aclarado qué equipaje trajo el otro comandante y que la pasajera trajo una valija, un carry on y su cartera”, dijo en un intento de despejar definitivamente las dudas.
Los fiscales Navas Rial y Rodríguez enumeraron una serie de inconsistencias en un dictamen del 11 de junio pasado:
- El procedimiento de control aplicado “se basó en la discrecionalidad”. No se observaron “instancias de fiscalización exhaustiva ni registros documentales que acrediten inspecciones presenciales en áreas críticas”.
- Se constató una omisión en el control del equipaje ingresado al país por los dos tripulantes y la pasajera al momento del arribo de la aeronave, cuya causa no ha podido ser determinada con certeza hasta el momento. “No se descarta, como hipótesis, la existencia de una instrucción externa que habría condicionado el desarrollo de los procedimientos previstos”, dijo el fiscal.
- No se hallaron registros oficiales que acrediten la existencia de un control continuo sobre la aeronave durante su permanencia en el hangar de la firma Royal Class. Las filmaciones aportadas por la empresa que acreditan la permanencia del avión en el hangar aparecen cortadas, con huecos.
- Se detectaron inconsistencias en los registros migratorios vinculados a los tripulantes y pasajeros.
- Se detectaron inconsistencias vinculadas al origen del vuelo.
- Se detectaron inconsistencias vinculadas al equipaje declarado. Se consignó de forma manual el ingreso de cinco bultos correspondientes a la tripulación y la pasajera. Sin embargo, del análisis de las imágenes aportadas por la PSA incorporadas al expediente, surge que el grupo vinculado trasladaba más de diez bultos.
- Se detectaron inconsistencias en relación con el contenido de la bodega del avión, ya que había dos valijas que quedaron en tránsito. “La ausencia de registros visuales continuos durante la permanencia de la aeronave en el hangar impide verificar que su contenido haya permanecido inalterado, como así también, permiten dudar de que efectivamente hayan sido subidas al avión en el aeropuerto de origen”.
- Se detectaron inconsistencias en la información relativa a la existencia misma del vuelo en las bases de datos estatales. La ANAC informó que no existían registros oficiales de movimientos de la aeronave durante las fechas indicadas, evidenciando una falta de información sobre el ingreso y egreso de la aeronave al espacio aéreo argentino.
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