Embajador Enrique Lúpiz
El fallecimiento
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El embajador Enrique Florencio Lúpiz falleció el sábado último, a los 81 años, tras haber cumplido una larga y destacada trayectoria en el servicio exterior argentino.
Había nacido el 8 de enero de 1922, en Tucumán.
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Lúpiz ingresó en la carrera diplomática el 15 de diciembre de 1947 y tuvo su primer destino en el exterior como director general de asuntos consulares en Nápoles.
Luego de dos años de trabajo en Italia fue trasladado al consulado en Estambul y de allí a la embajada en Ankara, donde fue encargado de negocios.
Sus servicios empezaron a fortalecerse en el área del Medio Oriente, y en enero de 1953 fue enviado a la embajada argentina en Beirut, donde permaneció tres años.
En 1956 cumplió funciones como encargado de negocios en Teherán, donde permaneció tres años, un período similar al que lo encontró como secretario de la embajada en El Cairo.
Transcurrieron quince años de servicio en países del Medio Oriente cuando Lúpiz regresó a Buenos Aires, donde ocupó el puesto de jefe de protocolo de ceremonial de la Cancillería. Se desempeñó en otras áreas en nuestro país hasta que en febrero de 1962 fue designado primer secretario de la embajada en París.
De allí pasó a España, donde cumplió con funciones consulares durante cinco años hasta su nuevo regreso a Buenos Aires.
Fue presidente de la Asociación del Cuerpo Diplomático Argentino y miembro de la junta calificadora del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Veintidós años después de su ingresó en el servicio exterior fue designado embajador en Siria.
Fue ésa la primera embajada que lo tuvo como principal responsable. Luego asumiría ese cargo en las embajadas argentinas en Irak y Túnez; a esta última llegó el 22 de marzo de 1976, pero rápidamente fue convocado a Buenos Aires para desempeñarse como director general de política y planeamiento.
Pasó a representar a la Argentina frente al gobierno de Marruecos. En julio de 1981 viajó a España para hacerse cargo de la embajada argentina, en reemplazo de Avelino Jorge Washington Ferreira, que pasaría a desempeñarse como gobernador de Entre Ríos.
A mediados de 1982, el embajador Lúpiz fue designado subsecretario de Relaciones Exteriores, puesto desde el cual buscó profundizar la relación argentina con los países de la Liga Arabe.
En 1983 se trasladó a Grecia, donde fue el embajador argentino.
Desempeñó varias misiones especiales ante congresos internacionales, y fue autor de numerosos artículos sobre la geopolítica de Medio Oriente, el tema base de su carrera en el servicio exterior.
Fue condecorado con la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica, con la Orden del Sol de Perú y con la Orden al Mérito de Siria. Además, fue distinguido por los gobiernos de Brasil, Gabón, Bélgica e Italia.






