Felipe Solá, alejado del kirchnerismo, busca alianzas para las legislativas

"Primero hay que largarse y caminar y luego veremos como se van tejiendo las alianzas". Con esa frase Felipe Solá definió sus intenciones de renovar la banca que tiene en la Cámara baja del Congreso. Mañana por la tarde invitó a la prensa a la presentación oficial de su candidatura por el partido "Mejor", con el que buscará aliados de cara a las elecciones legislativas de octubre.

En dialogo con LA NACIÓN, no descartó competir con el diputado Francisco de Narváez en las internas de agosto, quien pese a no haber lanzado oficialmente su candidatura ya llenó de propaganda la ciudad, las redes sociales y los medios de comunicación. Solá aseguró que, de consensuarse, se enfrentaría en las internas de lo que llamó el "peronismo no kirchnerista de la provincia de Buenos Aires".

En tanto, no descartó que el intendente de Tigre, Sergio Massa, quien mantiene misterio y expectativas sobre su presentación o no a las elecciones de este año, encabece esa lista del Peronismo Federal, y al ser consultado sobre esa posibilidad, reiteró: "Soy amigo de Sergio Massa, hablo mucho con él, pero no hablo por Massa".

Alejamiento del kirchnerismo

El diputado cuyo mandato vence en diciembre próximo defendió su alejamiento del kirchnerismo, con el que coqueteó políticamente desde su quiebre con el bloque del peronismo bonaerense en Diputados."No tengo una actitud ultra k ni anti k, porque soy peronista y reconozco que algunas cosas hicieron bien".

"Pero pasaron diez años de gobiernos kirchneristas y hoy el país está peor en cuanto a los niveles de corrupción, porque la conducción se ha hecho más vertical y dogmática, y la presidenta (Cristina Kirchner) no habla de la realidad", reprochó.

"Si hay diferencias las podemos dirimir en las internas abiertas y simultáneas de agosto, pero es necesario reafirmar que la única manera de vencer en octubre al kirchnerismo es ofrecer a la gente una alternativa de unidad y de esperanza desde el peronismo".

Relación zigzagueante

En septiembre de 2011 Felipe Solá renunció a su cargo de presidente del bloque de legisladores nacionales del Peronismo Federal, y blanqueó su alejamiento "por no estar de acuerdo con la oposición", según manifestó en ese momento, porque "mientras el pueblo iba para un lado nosotros nos concentrábamos en cosas de poco interés".

Luego de ese alejamiento, en el que Solá afirmó que "dejaba de sentirse parte" de la oposición, comenzó una relación zigzagueante con el oficialismo y hasta llegó a apoyar al bloque en una votación clave como lo fue la re estatización de Yacimientos Petrolíferos Argentinos (YPF).

Hoy, a más de un año de ese acercamiento, Solá se muestra como un acérrimo opositor, y milita por un "cambio" en la política argentina. En el debate por la reforma judicial, que se prolongó desde el miércoles hasta ayer a la madrugada, llegó a tildar al gobierno de Cristina Kirchner de "dictatorial" y "corrupto".

"En primer lugar queremos cambiar la prepotencia y la idea de la suma del poder público, la búsqueda del conflicto permanente", concluyó, e ironizando al ministro de Economía, Hernán Lorenzino, lanzó una crítica contra la inflación: "Yo no me quiero ir, me quiero quedar para mejorar".