Guadagni, un ex desarrollista y neoliberal que no pudo con el PJ

Alieto Guadagni fue el número puesto para suceder a Jorge Remes Lenicov al frente del Palacio de Hacienda. Tanto que el propio Remes, su equipo económico y el presidente del Banco Central, Mario Blejer, estuvieron reunidos ayer con él durante más de dos horas para ultimar detalles del traspaso. Guadagni tenía un gabinete que incluía a Carlos Leiba, Miguel Cuervo, Leonardo Anídjar, Alfredo Kanavese y Dante Sica.

Pero los gobernadores y legisladores del PJ, en la reunión de Olivos, le frustraron el acceso al Gobierno. A lo largo del día se barajaron otros candidatos: Javier González Fraga (ex presidente del Banco Central), Guillermo Calvo (economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo) y Humberto Petrei (economista del Banco Mundial).

Guadagni, hasta ayer secretario de Energía, rechazó la titularidad de Economía ante la resistencia que generó su figura. Vehemente como Domingo Cavallo, democristiano y desarrollista de origen, Guadagni fue hombre de Antonio Cafiero, pero después se adaptó al modelo neoliberal en el gobierno de Carlos Menem.

Divorciado y con dos hijos, se graduó en Economía en la UBA en 1957 y se doctoró en la Universidad de Berkeley en 1964. Actual director del Instituto Di Tella, comenzó su carrera pública como ministro de Economía bonaerense entre 1968 y 1970, bajo el gobierno militar. Ocupó otros dos cargos en regímenes de facto: secretario de Recursos Hídricos (1970/71) y de Energía (1982/83).

En la democracia

Su primera actuación en un gobierno democrático se produjo como ministro de Obras y Servicios Públicos bonaerense durante la gobernación de Cafiero (1987/91). Su mayor logro fue la concreción de un plan para solucionar parcialmente el flagelo de las inundaciones.

La página negra de su gestión se escribió con las acusaciones que lo ligaron a la trama argentina del mani pulite de Italia. La Justicia lo investigó por el supuesto desvío de créditos de aquel país y por presunto cohecho, pero el juez Norberto Oyarbide lo sobreseyó.

Ingresó en el gobierno de Menem en 1991. Fue secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, bajó las órdenes de Guido Di Tella. Desde allí participó del nacimiento del Mercosur.

En 1993, Menem lo destinó como embajador en Brasil. En 1996 asumió como secretario de Industria, Comercio y Minería, en la cartera de Economía que conducía Roque Fernández. Allí permaneció hasta el fin del gobierno de Menem.

Cuando era secretario de Industria, la Argentina recibió inversiones en el sector automotor. También le tocó enfrentar la recesión iniciada en junio de 1998 y la devaluación de Brasil, en enero de 1999.

Carlos Ruckauf, cuando era gobernador bonaerense, le encargó un plan de infraestructura, pero lo echó al mes por un viaje a Europa sin su autorización. De decisiones rotundas y rápidas, su último paso por Energía recibió críticas del sector privado por falta de resultados.