
La destitución de Colazo puso fin a una salvaje lucha por el poder
El enfrentamiento con Cóccaro, el sucesor, incluyó violencia y alianzas impensadas
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USHUAIA.- El día en que Jorge Colazo y Hugo Cóccaro asumieron el gobierno de Tierra del Fuego en un gimnasio repleto de militantes podía leerse entre las banderas el anticipo de la salvaje pelea por el poder que terminó con la destitución y la inhabilitación por 10 años del gobernador.
Aquel 10 de enero de 2004, entre escudos de la UCR y pancartas con los símbolos peronistas, se destacaba un gran cartel con la leyenda "Cóccaro conducción". Se anunciaba así el deseo del vicegobernador de regresar al PJ, el partido del que se había desafiliado para aliarse con Colazo en su intento por derrotar al menemista Carlos Manfredotti.
La fórmula armada con sectores políticos antagónicos cargaba con el estigma del fracaso de la alianza UCR-Frepaso y debía lidiar con una Legislatura en franca minoría.
"Se robaron hasta las cortinas" fue la frase símbolo que usó Colazo para describir la gestión de Manfredotti. Pero no lo denunció en la Justicia, con la excusa de que el Tribunal de Cuentas, la Fiscalía de Estado, la mayoría del Parlamento y hasta los jueces clave respondían a la estructura política de su antecesor, un hombre que -al igual que varios de sus ministros- dejó la gestión pública convertido en empresario hotelero.
El antagonismo entre Colazo y Cóccaro estalló pronto. Los primeros meses de gestión se caracterizaron por el incendio de la redacción de un diario y de tres estudios jurídicos de políticos. La rotura de vehículos de periodistas y dirigentes era frecuente.
Siguió el asesinato de una prostituta (María Mabel Almada, en Ushuaia) y de un albañil (Oscar Voulliez, en Río Grande), ambos no resueltos, pero adjudicados por familiares de las víctimas "a la interna policial" y por fuentes oficiales a la "interna del gobierno".
Cambio de favores
Colazo desplazó a todos los funcionarios ligados a Cóccaro de la Casa de Gobierno. El vicegobernador, acorralado, se hizo fuerte en la Legislatura. Se alió al menemismo a cambio de que cada diputado pudiera designar otros dos colaboradores. El presupuesto anual por banca pasó de 80.000 a 96.000 pesos. Marcó un récord: la Cámara pasó a ser la más cara del país.
La pelea entre los máximos referentes del Frente de Unidad Provincial (FUP) cobró dramatismo cuando Santiago Salcedo denunció que el secretario de Cóccaro, Horacio Sotomayor, le ofreció 100.000 pesos para asesinar a Colazo. La denuncia fue desechada por la Justicia, pero Colazo le dio entidad y todavía hoy acusa a Cóccaro.
Solo
La violencia y la crisis institucional se ahondaban. Colazo se enfrentó también con los intendentes de Ushuaia y de Río Grande, sus aliados en las elecciones, a quienes acusó de conspirar en su contra.
Sin aliados políticos a la vista, el gobernador concentró su trabajo en caminar por los barrios humildes y reunirse con vecinos dentro de sus casas. Les hacía promesas de obras públicas, lo que causó nuevos enfrentamientos con los intendentes.
Ya procesado por la Legislatura en un juicio político, Colazo dio el último salto para seguir en carrera. Renunció a la UCR y saltó al Frente para la Victoria 20 días antes de los comicios, lo que dejó al radicalismo sin candidatos a diputado nacional. El presidente Néstor Kirchner, pensó, sería su salvación.
Pese al convulsionado historial que escribió en dos años de gestión, Colazo asegura que su destitución obedece a un "pacto mafioso" para alejarlo del poder. Pero empieza el turno de Cóccaro, quien completará el mandato hasta el 10 de enero de 2008.
Este empresario de la construcción es el cuarto gobernador constitucional de Tierra del Fuego, cuya Carta Magna rige desde junio de 1991.
Cóccaro confía en ganarse la simpatía del Presidente. Hace tres meses eso parecía utópico. En una visita a la isla, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, los acusó a él y al diputado nacional Daniel Gallo de haber promovido incidentes cuando desembarcó en Río Grande en plena campaña. Fernández sufrió una agresión física.
La ascendencia de Cóccaro en la Legislatura le garantizó un triunfo final: la sentencia que anteayer destituyó al gobernador y le impide ejercer cargos por 10 años. Ahora apuesta a que Kirchner entienda que el colacismo "le dio información cambiada" de la realidad fueguina.
"Kirchner está haciendo un gran esfuerzo y lo vamos a acompañar para hacer un país en serio", señaló Cóccaro cuando parecía inevitable el final de su enemigo.
Enriquecimiento ilícito
- El fiscal de Estado de Tierra del Fuego, Virgilio Martínez de Sucre, investiga a Colazo por presunto enriquecimiento ilícito. Entre las pruebas, hay un gasto de US$ 9096 en traslados aéreos y ropa Gucci pagados por Colazo con American Express Platinum en un viaje a Europa con su esposa, en mayo; el promedio de gastos por $ 10.000 en otras tarjetas; la compra de camionetas 4x4 por $ 380.000 no ingresadas en su declaración patrimonial, y dos nuevas propiedades. "Colazo cuadruplicó su patrimonio entre 2002 y 2005, pero lo multiplicó por siete si se incluyen las propiedades", denunció Manuel Raimbault, legislador de ARI.




