La Justicia rechazó un pedido de Boudou para salir del país

El flamante ex vicepresidente Amado Boudou pidió, por primera vez desde que abandonó el poder, una autorización especial para salir del país a pesar de encontrarse procesado por su presunto rol protagónico en el caso Ciccone. Y le fue mal. La Justicia denegó su solicitud.

La decisión la tomó ayer el juez federal Ariel Lijo, quien consideró que la ausencia de Boudou en estos momentos "podría obstaculizar y demorar" el avance de la investigación, que se encuentra a un paso de elevarse a juicio oral.

Ya sin fueros especiales, el ex vicepresidente le había solicitado al juez Lijo que le diera permiso para viajar durante 46 días a México, donde reside su nueva novia, la diputada por el Partido Verde Ecologista (PVEM) Mónica García de la Fuente. Desde hoy, 17 de diciembre, y hasta el 31 de enero.

Pero Lijo le dijo que no. "Atendiendo a la particular situación del imputado entiendo que por el momento no resulta prudente permitir su salida del país en los términos solicitados", decidió en una resolución de cinco carillas que luego se difundió por el Centro de Información Judicial (CIJ).

Para el economista oriundo de Mar del Plata, la negativa es otra muestra más de su complicado horizonte judicial. A punto de ir a juicio oral por el caso Ciccone, también se lo investiga por los presuntos delitos de enriquecimiento ilícito, dádivas y falsificación de los documentos de un automóvil y su propio documento de identidad.

Algunas de esas pesquisas abarcan incluso al círculo íntimo de Boudou, ya que la Justicia también mantiene bajo la lupa a sus padres, sus hermanos, su ex pareja Agustina Kämpfer, a su íntimo amigo y socio comercial José María Núñez Carmona y a su presunto testaferro, Alejandro Vandenbroele.

Ahora, sin embargo, el ex vicepresidente no puede salir del país, a diferencia de Núñez Carmona, quien durante los últimos años comenzó a armarse una nueva vida en España, con la colaboración de un hermano de Boudou, Sebastián, y un amigo marplatense, Rolando "Rolo" Gorrini.

Apodado "Nariga" o "Cogote" por sus amigos, Núñez Carmona dio sus primeros pasos en Marbella -algunos también señalan Málaga-, incluso después de ser procesado por su presunto rol en el caso Ciccone, cuando solicitó y obtuvo la venia del juez Lijo para salir del país por un período acotado.

Boudou pareció que contaría con la misma suerte, porque el fiscal federal Jorge Di Lello había dado su visto bueno para que viajara a México, pero el magistrado desoyó su sugerencia y derrumbó sus planes, para los que había sacado ya sus pasajes aéreos.

"Dada la gravedad institucional de los hechos por los cuales Amado Boudou fue procesado en el marco de las presentes actuaciones y la necesidad de avanzar de manera rápida y efectiva hacia su juzgamiento -sostuvo Lijo-, entiendo que su ausencia del país por un plazo de cuarenta y seis días podría obstaculizar y demorar esos fines, poniendo en riesgo la investigación desarrollada hasta el momento."

"Garantizar la comparecencia"

El argumento central en que Lijo basó su negativa al pedido de la defensa del ex vicepresidente fueron el tipo de delito que se investiga en ese expediente -presunta corrupción- y el cargo que desempeñó Boudou durante estos años.

"La Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción impone al Estado Nacional que se adopten todas las medidas que resulten apropiadas para garantizar la comparecencia de un acusado de corrupción en el marco de un procedimiento penal", recordó Lijo. "Cabe destacar que hasta la semana pasada Amado Boudou se desempeñó como vicepresidente de la Nación y que los delitos que se le atribuyen habrían sido cometidos en el ejercicio de su función, lo que implica que le sea exigible un mayor compromiso para sujetarse al presente proceso penal, y es en ese contexto en el que debe analizarse su solicitud", añadió.

Ahora, Boudou podrá recurrir la denegatoria de Lijo ante la Cámara Federal porteña, aunque dados los tiempos procesales, y aun cuando la revisión le fuera favorable, deberá reprogramar sus pasajes.

Todo lo contrario ocurre, mientras tanto, con Vandenbroele, quien pugna por no salir del país y resiste su extradición a Uruguay. La justicia en crimen organizado de ese país pretende indagarlo por supuestas maniobras de lavado de activos cuando pasó por Montevideo el dinero para reflotar la ex Ciccone.