“Lamento que Scioli haya recibido cifras falsas para tomar su decisión”
Lucianna Sola Suquet fue una de los dos empleados en el exterior, que el Gobierno anunció su despido al asegurar que ganaban más de 10.000 dólares
PARIS – Lucianna Sola Suquet está traumatizada. Ayer se enteró por las redes sociales y las declaraciones, que califica de “absurdas”, del vocero presidencial, Manuel Adorni, de que había sido cesanteada y que cobraba, desde hacía décadas, un salario extravagante de casi 10.000 dólares. También está aterrorizada por los que lee sobre ella en los medios, en particular, los canales de televisión. Pero, sobre todo, no entiende.
“Yo no pongo en tela de juicio que el gobierno decida recortar gastos en un momento de crisis económica. Lo que no acepto es la forma en que se hizo y, sobre todo, utilizando elementos falsos. Porque todo lo que han dicho es falso”, aseguró este sábado a LA NACION en París, donde reside hace más de 20 años con sus dos hijas y su marido francés.
Hace 17 años que Suquet se ocupa de la promoción turística de Argentina en Francia. Aunque nunca tuvo el rango oficial de “delegada”, como se afirmó en el gobierno. Siempre fue una empleada administrativa de la embajada argentina en París, contratada por esa legación.
“Empecé en 2006 como asistente del director de la oficina de promoción turística y, durante seis años cobré un sueldo neto de 1.500 euros. Cuando este renunció, me hice cargo del servicio con un salario de 2.100 euros. Recién en 2019, gracias a un ajuste que se realizó en los sueldos de los empleados administrativos de la embajada, mi sueldo ascendió a 4.100 euros netos, que es lo que cobro actualmente. Y que es lo que cobran aquí todos mis colegas con la misma antigüedad y categoría”, relata.
Contrariamente a sus colegas, en efecto, Lucianna Sola Suquet no depende orgánicamente del ministerio de Relaciones Exteriores, sino de la secretaría de Turismo. Pero, también, contrariamente a los “delegados oficiales” ella siempre fue una empleada administrativa local de la embajada en París, según consta en su contrato.
En todo caso, hasta este sábado a las 13:00 (hora de París), cuando LA NACION habló con ella, no había recibido “absolutamente ninguna comunicación oficial de su cesantía”. “Nada. Ni llamado, ni mensaje. Nada. Solo las declaraciones públicas y erróneas del señor Adorni y los centenares de llamados de solidaridad de parte de empresarios argentinos de turismo que trabajan conmigo desde hace más de una década. Incluso la gente de la embajada en París cayó de las nubes cuando empezaron a leer la información en las redes sociales”, relata.
La primera noticia le llegó cuando una de sus amigas le hizo leer una nota de Infobae, “llena de errores” y le preguntó: “¿Sabés de quién están hablando? De vos”. Después, todo se precipitó.
“En LN+ alguien mostró el recibo de un perfume de ambiente de 30 euros, como si no fuera el precio normal de esos productos en Francia, y comentó ‘a mi también me encantaría tenerlo en mi casa’. Pero ese perfume de ambiente había sido comprado para un salón de turismo en París, donde teníamos unos 80 expositores argentinos. Entiendo que pueda parecer excesivo para Argentina, pero los periodistas, que viajan, deberían ser capaces de relativizar”, afirma.
Lucianna Sola Suquet es diplomada en comunicación social de la UNR. En Argentina, donde trabajó para una filial de Aguas Argentinas con 80 personas a cargo, conoció a su actual marido, francés, y llegó a París en 2001, con un bebe de meses. Aquí nacería su segunda hija. Hasta el viernes, esa mujer serena y cordial vivía una vida sin sobresaltos, “ocupándose con seriedad y persistencia de su trabajo”, según afirman fuentes de la embajada en París.
“Es impecable Luciana. Siempre fue excelente en lo que hacía”, dice la misma fuente.
Ella insiste en que “su puesto nunca fue político”. Y que su trabajo dio frutos, como lo demuestran las cifras.
“Cuando me hice cargo de la oficina de promoción, Francia estaba en el sexto puesto entre los países europeos cuyos turistas visitaban Argentina. Hoy estamos en el tercer lugar. Y los franceses, suizos y belgas, son los que más gastan en el país. Me oponen el argumento de la importancia del turismo brasileño. Es posible. Pero esa gente viene a gastar en los supermercados. Los europeos hacen cruceros, van a los mejores restaurantes, se visten en las mejores boutiques. Es incomparable”, analiza.
Impactada por la avalancha de insultos y agresiones que ha recibido en las últimas 24 horas, sobre todo en las redes sociales, Sola Suquet ha decidido seguir cumpliendo con sus funciones hasta que las autoridades argentinas se comuniquen con ella.
“La semana que viene tenemos varias actividades programadas. No pienso anularlas. Mi trabajo es hacer todo lo posible para aumentar el número de turista en Argentina. Y lo hago, como muchos, por el bien el país”, concluye, lamentando “que el actual responsable de Turismo, el señor Daniel Scioli, haya recibido cifras totalmente falsas antes de tomar su decisión”.
Más leídas de Política
"Sin caretas, genio". El cruce de Malena Galmarini con un tuitero libertario por el CV de Massa
El turno del Senado. El Gobierno pone sus fichas en cinco gobernadores para lograr la sanción de la Ley Bases
"Son $25.000.000". Desde la Feria del Libro aseguraron que hubo solo un problema con el Gobierno por el acto de Milei