Lijo siguió la votación de la Corte desde su juzgado en Comodoro Py: no renunciará
Apostará a que el Senado le dé los votos para ser juez del máximo tribunal de manera vitalicia
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“No va a renunciar, sigue trabajando en sus dos juzgados y esperará lo que tenga que decir el Senado”. Así, con un escueto audio de WhatsApp que no llegaba a los 20 segundos, los más estrechos colaboradores del juez federal Ariel Lijo comunicaron a LA NACION su decisión tras la votación de la Corte Suprema de Justicia que le denegó su licencia como juez federal para asumir en el máximo tribunal.
Tras la acordada de la Corte, el juez tenía dos caminos: renunciar a su cargo de juez federal y asumir en el máximo tribunal, en comisión, por un año, o quedarse a la espera de que el Senado avale su postulación y lo convierta en juez del máximo tribunal, con estabilidad, con los dos tercios de los votos.
De las dos opciones, Lijo optó por la segunda. Confía en el Senado. Cree que puede darse la paradoja de que los senadores pongan en tratamiento el pliego de Manuel García-Mansilla, que no tiene dictamen de comisión, y lo remuevan como juez, aún juramentado. Y que el pliego de Lijo, con dictamen de comisión con votos del kirchnerismo, sea aprobado.
Lijo no confiaba en que la situación en la Corte se resolviera hoy a su favor. Ya tenía en mente la opción de esperar en el “banco de suplentes” a que los senadores trataran su pliego.
Mientras, se concentró en las últimas dos semanas en su juzgado, el federal N°4, y en el que subroga, el federal N°12, cuyo titular era el juez Sergio Torres, actualmente en la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires.
El pliego de Lijo iba a ser votado el viernes 21 de febrero, con la convicción del Gobierno y del propio candidato de que contaba con los votos como para ser ungido juez. Pero le estalló en la cara a Javier Milei el escándalo de la criptomoneda $LIBRA y aún los aliados y peronistas que pensaban apoyar al juez entendieron que no era el momento de hacerle favores al Gobierno, que levantó al sesión.
Ahora, Lijo espera a que se active nuevamente la ronda de charlas con gobernadores y senadores para recuperar los votos que tenía.

“Lijo tiene los votos pero no tiene la suerte”, dijo a LA NACION un juez cercano al magistrado federal, que apostaba a que si la Corte demoraba la decisión sobre la licencia una semana más, o no se la concedía –lo que terminó sucediendo hoy–, a lo mejor termina haciéndole un favor a Lijo, que puede esperar el voto de los senadores.
El Senado puede que entienda que, como Lijo no juró, está en capacidad de darle los votos que le faltan para ser juez de la Corte. Es clave acá el kirchnerismo. Cristina Kirchner no se pronunció ni a favor ni en contra del juez y estuvo en silencio cuando lo designaron por decreto.
El Gobierno, dijeron fuentes oficiales a LA NACION, no va a retirar el pliego de Lijo del Senado, sino que lo dejarán con las nueve firmas que consiguió su dictamen en la Comisión de Acuerdos, lo que permite que su pliego pueda ser tratado en cualquier momento.
La razón es que –dijeron las fuentes– se activó “una negociación secreta” para conseguir los votos que le faltan.
En cuanto a García-Mansilla, también está cuestionada la constitucionalidad del decreto de su designación, ya que por más que la Corte le tomó juramento, eso no implica que convalidara su constitucionalidad.
El presidente Javier Milei afirmó en una entrevista en LN+, el domingo pasado, que la evidencia de que el nombramiento de García-Mansilla por decreto es constitucional es que la Corte lo analizó y decidió tomarle juramento.
“¿Sabe cuál es la mejor muestra de que está dentro de las reglas, que dicho sea de paso, para los ignorantes, está dentro de lo que es el artículo 99 la Constitución? La propia Corte le tomó juramento a García-Mansilla, con lo cual claramente está dentro de las reglas. Ahora cuál es el problema: no les gusta que sea por decreto… mire, [Mauricio] Macri cuando asumió a los tres días lo hizo por decreto“, dijo Milei.
Sin embargo los juristas y los propios antecedentes de la Corte dicen lo contrario.
A su vez, Milei dijo que no había motivos para que la Corte no le apruebe la licencia al juez Lijo. “¿Por qué no lo van a hacer? Se lo acepta Casación [en rigor fue la Cámara Federal] , ¿por qué no se lo va a aceptar la Corte?”, dijo el Presidente.
La Corte decidió lo contrario: “Dejar sin efecto” la acordada de la Cámara Federal que le dio la licencia a Lijo, denegar el pedido de licencia extraordinaria como juez federal y no tomarle juramento como juez en comisión de la Corte, mientras continúe desempeñándose como juez titular con acuerdo del Senado.
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