
Lockheed busca otro contrato con el Estado
El Gobierno admite que será tratado por la próxima gestión
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La empresa norteamericana Lockheed Martin Aircraft busca un acuerdo con el Gobierno, antes de que finalice la gestión de Carlos Menem, para renegociar el contrato de fabricación y mantenimiento de aviones en la Argentina.
Así lo aseguraron ayer fuentes gubernamentales y de la Fuerza Aérea a La Nación . Al mismo tiempo, el presidente de Lockheed Argentina, James Taylor, precisó que está "conversando con autoridades del Gobierno" para firmar un nuevo contrato por cinco años más.
Sin embargo, fuentes del Ministerio de Defensa expresaron ayer a La Nación que "no parece viable" la intención de la firma norteamericana a menos de tres semanas de las elecciones presidenciales del 24 del actual. "Las conversaciones deberán encaminarlas con el gobierno entrante", admitió un funcionario.
La empresa de aviónica, una de las más importantes del mundo, obtuvo la concesión para realizar los trabajos de modernización de los aviones Fightinghawk A4-AR que la Argentina compró a la marina de los Estados Unidos. El acuerdo formó parte de la entrega a Lockheeed de la fábrica militar de aviones de Córdoba.
El plan de trabajo que incluía la entrega al Estado argentino de 36 aviones A4-AR está concluido. El contrato firmado con Lockheed vence en junio del año próximo, pero la empresa quiere renegociar con los actuales funcionarios para asegurarse la firma de otro acuerdo.
Para ello, Lockheed promete desarrollar una serie de proyectos, que no resultan del todo posibles, a criterio de las fuentes consultadas en el Gobierno y en la Fuerza Aérea:
- Propone poner en marcha la fabricación del avión de entrenamiento argentino Pampa, interrumpida hace años por la Fuerza Aérea por falta de fondos. El problema es que este avión es propiedad del Estado argentino y su patente está en manos de la Fuerza Aérea. Sólo cediendo esos derechos a la empresa, ésta podría acceder a su fabricación.
- Lockheed impulsa llevar a cabo un repotenciamiento y modernización de los aviones MIG III, los Mirage utilizados durante la Guerra de las Malvinas.
- Además, proyecta llevar adelante acuerdos regionales y desarrollar proyectos para la fabricación y exportación de partes de aviones.
Los negocios en el Cono Sur eran uno de los objetivos que debía perseguir la empresa para no solventar su permanencia en la Argentina sólo con los pagos que le realiza el Estado por mantenimiento de aviones de la Fuerza Aérea. El presidente de Lockheed, James Taylor, dijo ayer a La Nación que esperan alcanzar pronto un acuerdo con el Gobierno para seguir en la Argentina. "Tenemos muchos proyectos para llevar adelante en Córdoba", dijo Taylor. ¿Cuáles? "No puedo decirlo a la prensa porque le doy información a mis competidores", se excusó.
Los últimos A4-AR
El presidente Carlos Menem participó ayer en la base aérea de El Palomar del acto de recepción de las últimas máquinas que armó Lockheed en la Argentina. Menem dijo que, "con estas aeronaves, estamos a la altura de las mejores del mundo".
El programa de repotenciación de los Fightinghawk se puso en marcha en diciembre de 1994. Inmediatamete, la empresa comenzó a cobrar un canon por mantenimiento de los aviones de la Fuerza Aérea. Los primeros A4-AR fueron entregados "entre diciembre de 1997 y junio de 1998", según recordó ayer el titular de esa institución, brigadier Rubén Montenegro.
La empresa entregaría, finalmente, varios aviones menos de los 36 previstos, y algunos con faltantes de equipamiento "por diferencias económicas" que surgieron respecto del contrato original, según fuentes seguras de la Fuerza Aérea.
Modelo
Los aviones Fightinghawk A4-AR portan un radar Westinghouse APG-66 que permite atacar blancos aéreos (aire-aire), con un alcance de 100 km, y terrestres (aire-tierra; aire-mar), con un alcance de 40 km.
Su velocidad es de 1088 kilómetros por hora, y tienen una autonomía de vuelo de 620 kilómetros. Tienen un largo de 12,30 metros y un peso (vacío) de 4900 kilos.



