
Los Menem invadirán La Habana en 1999
Por Ovidio Bellando
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Zulema Menem con su madre, Zulema Yoma, irán el mes próximo a Cuba; el senador Eduardo Menem , en febrero, y el Presidente, en visita de Estado, en octubre. Se non é vero lo dijo el nuevo embajador en la isla, Luis Santos Casale , en círculos de amigos y en ámbitos oficiales. El comentario no es totalmente exacto, por lo menos en lo que hace al viaje de la hija y de la ex consorte del jefe del Estado. La idea de la visita a las playas caribeñas sería de Amira Yoma, en quien el devenido diplomático habría abrevado y, acaso, difundió más de lo conveniente para justificar el aumento de partidas de su embajada, que se expone más abajo. Zulema Yoma comentó que, con su hija, irá en los próximos días a Punta del Este. La chica, por poco tiempo; el 11 de enero deberá acompañar a su padre en su segunda visita de Estado a Washington. Donde sí está previsto que la joven viaje después de los Estados Unidos es a Damasco, para asistir a la boda de un primo, hijo de Delia Yoma, casada con un ciudadano sirio. El novio sería Yalal Nracach , que, según anticipó ayer La Nación , estaría vinculado con la venta de armas.
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Esta tarde viaja a La Habana el embajador argentino por once meses. Cuba le otorgó el plácet el 12 del actual y, como ocurre con todos los embajadores políticos, cesará con el gobierno que lo nombró, el 10 de diciembre próximo. No es algo personal con quien fue directivo de YCF, de la Flota Mercante del Estado, encargado de pagar los subsidios a los damnificados por la explosión de la Fábrica Militar de Río Tercero y candidato a cónsul en Ciudad del Este; se trata de una norma institucional.
Con la tarea que le espera por las visitas expuestas -aunque no se cumplan todas- y las de gobernadores y empresarios que, asegura, se producirán, Santos Casale pidió antes de partir algo más de la duplicación de los "gastos de funcionamiento" de la embajada: 22.000 dólares trimestrales; él aspira a 54.000.
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En un breve cambio de saludos con el embajador en Chile, Alejandro Mosquera , que tras asistir al triunfo de su correligionario José Manuel de la Sota en su Córdoba natal vino a esta ciudad, admitió que su nombre figura en la lista de los posibles intendentes de la capital provincial. Si se lo proponen, ¿renunciaría a la embajada? No hubo respuesta. No porque la eludiese, sino porque el funcionario al que iba a ver en la Cancillería lo recibió y se cortó el diálogo. Podría pensarse que tendrá en cuenta que dejar la embajada por un cargo político de menor valía le significaría un ascenso en la actividad partidaria que podría empujarlo, en 1999, hacia una senaduría nacional. La pregunta del millón. Si Mosquera es intendente de Córdoba, ¿la representación en Chile se cubrirá por un embajador político de cuatro meses de duración?
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El reconocimiento que significa la designación de Angel Centeno como asesor ad honórem es una actitud encomiable del canciller Di Tella. Centeno fue apartado de la Secretaría de Culto a instancias del embajador en el Vaticano, Esteban Caselli , quien quería en ese cargo a alguien compenetrado con su idea de lo que debe ser el organismo, hecho produjo beneficios políticos pero también ocasionó críticas ecuménicas.




