Macri se lanzó a la pelea nacional y evitó hablar del ajustado triunfo

Fue un cambio tan evidente como notable. Al Mauricio Macri que salió a festejar el ajustado triunfo en las elecciones porteñas a las 20.20 le costaba sonreír y estaba ansioso por correrse de la escena. Muy distinto del que a las 21, y con el traje de candidato presidencial puesto, desafiaba al kirchnerismo en algunos de sus principales bastiones y sin mención alguna de la ajustada diferencia con la que su delfín, Horacio Rodríguez Larreta , terminó imponiéndose en el ballottage ante el ascendente Martín Lousteau .

"Denme la mano y vayamos juntos a construir la Argentina que soñamos. Hoy más que nunca. Ahora más juntos que nunca. ¡Vamos Argentina!", dijo Macri, con tono de predicador y en el final de un discurso inusual, donde tomó posición en temas urticantes, y en algunos de los cuales hasta coincidió con el Gobierno. Sin hablar, claro, de lo exiguo de su muestra de fuerza en su principal bastión tras dos éxitos resonantes.

"Tenemos que reconocer que se han hecho avances importantes en los que no vamos a dar marcha atrás", dijo el jefe de gobierno, y mencionó la Asignación Universal por Hijo, que "es un derecho, no un regalo que alguien dio y otro puede sacar". También dijo que Aerolíneas Argentinas "se mantendrá en el Estado, pero administrado de manera eficiente".

En cuanto a la lucha contra la pobreza, Macri enfatizó que ésa será "una de las prioridades de mi gestión" presidencial, e inauguró la serie de críticas al Gobierno, al afirmar: "No puede ser que en nuestro país haya 14 millones de personas en situación de exclusión social", alertó.

A su lado estaba María Eugenia Vidal, su candidata a gobernadora bonaerense, territorio al que Macri dedicará parte de su agenda en las próximas tres semanas. Hoy, por ejemplo, el líder de Pro estará en José C. Paz, y volverá al conurbano jueves, viernes y sábado. En el medio estarán sus visitas a Tucumán, Rosario y Paraná para apoyar a sus candidatos en esta semana. La agenda presidencial no sufrirá cambios después del resultado de ayer, afirmaron desde el entorno del jefe de gobierno.

Luego de prometer que "cuidará" cada empleo, Macri lamentó que "durante décadas los argentinos hayamos tenido que vivir entre gobiernos irresponsables y ajustes económicos que tantas angustias nos trajeron" y advirtió que "es hora de decir basta".

En tren de contestar las acusaciones del kirchnerismo, que desde hace rato lo tilda de "candidato del ajuste" y afirma que con él "volverán los años noventa", Macri consensuó con sus asesores de confianza una respuesta contundente.

"Nos han querido hacer creer que sólo hay dos alternativas. O privatizar mal como en los 90 o administrar pésimo como en los 2000, y eso es absolutamente falso", enfatizó. Y trató de contrarrestar también el discurso que, desde el Gobierno, apunta a un ajuste en el empleo estatal a partir de su eventual triunfo.

"Yo sé que puede dar miedo", dijo el líder de Pro. Tomó un respiro, y continuó: "El amor y el coraje superan al miedo", afirmó, otra vez con tono emotivo.

Lejos de allí, en el búnker de Lousteau, estaba uno de sus socios de la alianza Cambiemos, el radical Ernesto Sanz que intentó suavizar los cortocircuitos internos del frente opositor cuando dijo: "Los del Gobierno son los que están preocupados que miraron esto cómodamente frente al televisor".

A la vez, otra de las socias del frente Cambiemos, Elisa Carrió, evitó hablar del ajustado triunfo de Larreta, ya que había apoyado explícitamente a Lousteau y viajó a Misiones para hacer campaña. En Pro buscaron despegar el resultado de ayer de las chances presidenciales de Macri y rechazaron las críticas de otros candidatos, como Daniel Scioli y José Manuel de la Sota.

Mauricio macri

Jefe gobierno porteño

• "Tenemos que reconocer que se han hecho avances importantes"
• "Aerolíneas Argentinas se mantendrá en el Estado, pero administrado eficientemente"