Un millón de pesos para Abal Medina
Reparación: Menem benefició a uno de los hombres clave en el operativo retorno de Perón por haber sufrido persecusiones.
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El ex titular de la Juventud Peronista y ex secretario general del Partido Justicialista Juan Manuel Abal Medina cobrará casi un millón de pesos como compensación por haber sido perseguido y obligado a abandonar el país durante la última dictadura militar.
A pesar de que la Justicia todavía no se expidió sobre el fondo de la cuestión en una causa impulsada por Abal Medina, mediante un decreto firmado por el presidente Carlos Menem el 16 del mes último se concedió el beneficio fundado en "razones que trascienden lo estrictamente jurídico".
En los considerandos del decreto, dice: "Que median razones que trascienden lo estrictamente jurídico y que pertenecen al principio de la justicia material, a la consideración de la entidad de las consecuencias y a valores morales y de solidaridad social que hacen equitativo renunciar a los efectos liberatorios de la prescripción que eventualmente se admitiera".
La causa fue iniciada el 6 de diciembre de 1985 y todavía está abierta. Tramita en el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Nº 6 y fue apelada dos veces ante la cámara del fuero, donde se encuentra ahora en estudio.
El ex secretario general del PJ inició acciones contra el Estado para pedir la nulidad e inconstitucionalidad de actas, leyes y decretos promulgados por la junta militar, con objeto de exigir reparación de los daños y perjuicios ocasionados contra él y su familia por la aplicación de esas normas.
Uno de esos instrumentos, el decreto 3245, del 3 de noviembre de 1976, establecía la creación de la Comisión Nacional de Responsabilidad Patrimonial (Conarepa), cuya función era transferir al Estado los bienes interdictos e investigar la composición patrimonial de las personas afectadas por la ley 21.670.
En esa norma -ya derogada- se establecía la prohibición de administrar y disponer de los bienes, hasta tanto acreditara legítima adquisición, toda persona que figurara en listas elaboradas por la junta militar. Abal Medina era uno de ellos.
En el escrito rubricado por el Presidente y que lleva, además, las firmas del jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, y del ministro del Interior, Carlos Corach, se establece que Abal Medina percibirá el monto definitivo de 953.207,96 pesos, que se hará efectivo en Bonos de Consolidación de la Deuda Pública.
Los bonos con que el Estado suele abonar este tipo de deudas tienen plazos de vencimiento, aunque pueden ser negociados por el beneficiario antes de la fecha prevista para su cancelación, mecanismo que permite agilizar el cobro efectivo, aunque con algunos descuentos.
Hombre clave
Juan Manuel Abal Medina fue designado presidente de la Juventud Peronista por el general Juan Domingo Perón, en Madrid, mientras se preparaba el segundo regreso a la Argentina del jefe del PJ. En ese operativo, el beneficiario del decreto firmado por Menem resultó un hombre clave.
El abogado católico y nacionalista tenía por entonces 27 años y había conquistado a Héctor Cámpora. Contaba además con el apoyo político-estratégico de José Ignacio Rucci, Lorenzo Miguel, Rodolfo Galimberti y, fundamentalmente, del general Perón, a quien, según cuentan, "le gustaba el personaje".
El hermano de Juan Manuel, Fernando Abal Medina, era miembro fundador de Montoneros y había sido asesinado en una pizzería de la localidad bonaerense de William Morris por un grupo comando. Se lo consideraba un personaje "heroico" del peronismo combativo, ya que había participado del grupo que secuestró y mató al ex presidente Pedro Eugenio Aramburu, en 1969.
A pesar de que Juan Manuel no era activista como su hermano, el apellido resultó ser un plus decisivo en favor del abogado para su designación.
El Abal Medina que nos ocupa contaba, a ojos de Perón, con varios puntos en su favor para estar al frente de la JP: era irritativo para el general Alejandro Agustín Lanusse y otros militares y, básicamente, era cauteloso y negociador, tanto que había aceitado las relaciones entre Perón y los coroneles de la nueva camada.
Contaba, además, con otra virtud: no tenía antecedentes peronistas. No obstante ello, estaba obligado a cumplir órdenes por haber sido designado y sostenido por el propio Perón, nominación que le llegó en Madrid, adonde debió viajar de urgencia para limar con el general algunos detalles del "operativo retorno", del 17 de noviembre de 1972.
Luego, una vez que se concretó el golpe militar del 24 de marzo de 1976, Abal Medina se refugió en la embajada de México en Buenos Aires, donde aguardaban también novedades alentadoras Cámpora y su familia. Días después se exiliaron en ese país, en el que Abal Medina vivió durante varios años e, incluso, llegó a ser el número dos en la inteligencia del por entonces gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La Nación intentó dialogar con el ex dirigente peronista, que hoy tiene 53 años, pero familiares y allegados dijeron que desconocían su paradero.





