Un show montado a la medida de la protagonista

El espectáculo estuvo montado en función de Cristina Kirchner. El momento del climax ocurrió, como siempre, durante el ingreso con aires épicos de la Presidenta, precedido por la proyección de luces e imágenes de ella y de Néstor Kirchner sobre pantallas gigantes, con un sonido envolvente. Se sucedieron discursos de ambos, asunciones, e incluso la muerte del ex presidente prepararon el ingreso ensordecedor de la mandataria.

La percusión electrónica de Choque Urbano preparó con redobles de tambores. La imagen viviente de la República vestida de blanco que llevaba una enorme bandera argentina, que cruzaba el microestadio de Argentinos Juniors, fue el aporte del grupo Prix D'Ami.

La acróbata que personifica a la mujer de blanco iba colgada de un arnés corredizo desde el techo.

¿La República pendiendo de un hilo o volando por los aires, podría ser la metáfora para aquellos que interpretan la reforma judicial, declarada inconstitucional por la Corte Suprema, como un atentado a la división de poderes?

Lo cierto es que la Presidenta fue a fondo, luego, en prometer que "profundizará la democratización de la Justicia" y en reclamar "el voto popular" de los consejeros de la Magistratura "no de los jueces".

Los 3000 militantes templaron sus gargantas con los estribillos de siempre divididos por zonas con sus respectivas banderas y colores: La Cámpora frente al escenario; a la derecha, la Juventud de Smata, Movimiento Evita y Miles; a la izquierda, Juventud Peronista, Kolina y Nuevo Encuentro. En la platea preferencial, los invitados especiales.

El espectáculo fue montado por el titular de la Unidad Bicentenario, Javier Grossman, el director de Radio y Televisión Argentina, Tristán Bauer, y el secretario de Comunicación Social, Alfredo Scoccimarro.

Con la estruendosa percusión electrónica de Choque Urbano como fondo, la locutora fue presentando a todos los candidatos a diputados y senadores de todas las provincias.

El aspirante a diputado bonaerense, Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora, fue el más ovacionado junto a toda su lista de postulantes. Ingresó abrazado a su segunda, Juliana Di Tullio. El más exaltado era Héctor Recalde, que daba saltos y bailaba.

Di Tullio saludó efusivamente al gobernador bonaerense, Daniel Scioli, sentado en primera fila, quien también al finalizar el acto recibió un abrazo y un beso de la propia Presidenta, que pareció contenerlo luego de un tenso conflicto de varias semanas por la conformación de las listas del Frente para la Victoria.

Todos los gobernadores hicieron su ingreso previamente.

Sobre el final del acto, todos los candidatos hicieron declaraciones a la prensa. "El que no va en la lista del FpV será opositor", dijo Insaurralde a LA NACION, al ser consultado sobre el candidato del Frente Renovador e intendente de Tigre, Sergio Massa. En sintonía con él, la diputada Di Tullio agregó luego: "Somos los de siempre, no somos los que cambiamos".