Vanesa Siley: “El Gobierno tiene como objetivo empeorar la calidad del empleo”
La diputada de Fuerza Patria advierte que no habrá creación de trabajo genuino mientras perdure el actual modelo económico; cuestionó los cambios en indemnizaciones, vacaciones y las restricciones en la negociación colectiva
6 minutos de lectura'


Vanesa Siley, diputada de Fuerza Patria y secretaria de nuevas relaciones laborales del PJ, es una de las voces más potentes que se escuchan en el Congreso en contra del proyecto de “modernización laboral” que presentó el Gobierno al Congreso.
Consultada por LA NACION, asevera que esta reforma no solo no ayudará a generar empleo sino que, de aprobarse, reducirá derechos de los trabajadores desde el inicio hasta el final del ciclo laboral.
−¿Cree que el proyecto impactará positivamente en la generación de empleo formal?
−No va a haber impacto positivo alguno y tengo pruebas: hace exactamente un año y medio, cuando se votó Ley Bases y se incorporó un capítulo sobre “modernización laboral”, también se sacaron derechos, también en ese momento la excusa fue “generación de empleo formal”. ¿Y qué pasó? Se perdieron en lo que va de este gobierno 276.000 puestos de trabajo registrados, la informalidad pasó del 41% al 43,2% y hay 19.000 empresas menos según último informe de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Entonces, el problema nunca fueron los derechos (que el Gobierno denomina “costos laborales”), el problema es el modelo económico. Si no hay mercado interno, no hay sueldo que alcance, no hay consumo, no hay fomento de la industria; si te endeudás y la timbeás, se destruye el entramado productivo y por más que elimines la Ley de Contrato de Trabajo entera, nadie va a contratar a nadie por el simple hecho que el problema “es la economía, estúpido”.
−¿Qué ventajas ofrecería esta reforma para los futuros trabajadores?
−Ninguna. Este proyecto tiene por finalidad incrementar las potestades del sector empresario, en el marco de las relaciones laborales, frente al trabajador. Te doy un ejemplo: actualmente el Artículo 68 de la Ley de Contrato de Trabajo regula las formas en que el empleador debe ejercer las facultades que le son propias, cuidándose de respetar “la dignidad del trabajador y sus derechos patrimoniales”. El proyecto del Gobierno y los “empresaurios” borra este límite de la ley. ¡Elimina la dignidad del trabajador! Todo el articulado repite esta lógica, modificaciones pequeñas o mayores, siempre en desmedro de algún derecho o protección con el que cuentan hoy los trabajadores argentinos. Vi un solo artículo que me pareció bueno, el 11 bis, que refiere a la formación profesional como derecho fundamental. Es bueno contar que la formación y capacitación de los trabajadores hoy la llevan adelante los sindicatos, en algunos casos conjuntamente con los empleadores, regulado en casi todos los convenios colectivos. La paradoja de este art. 11 bis es que en otras partes del proyecto desarman este tipo de buenas prácticas. Lo único que parecía un avance termina en retroceso.

−¿Qué aspectos del proyecto quedan a mitad de camino o bien perjudican a los trabajadores?
−El proyecto está estructurado para reducir derechos de los trabajadores en cada una de las instancias de la relación laboral, desde el inicio hasta la finalización. Se excluye a los denominados “trabajadores independientes” de la protección legal, extiende la jornada de trabajo, permite al empleador fragmentar el otorgamiento de vacaciones en distintas semanas, reduce la protección frente a un accidente o enfermedad laboral, habilita la negociación colectiva a la baja para reducir salarios, reduce las indemnizaciones por despido y limita la organización colectiva y el ejercicio de todas las acciones típicas de reclamo. Y, quizás lo más grave de todo el proyecto, se desfinancia la seguridad social con una baja del 3% de las contribuciones patronales a fin de formar un fondo para financiar despidos. Es decir, si esto se aprueba, los jubilados de hoy financiarán los despidos de mañana, sucediendo así, aquellos que hoy trabajan no llegarán nunca a jubilarse. Delirante, además de inconstitucional.
−¿Cree que el proyecto debería eliminar las llamadas “cuotas sindicales”? ¿O debería ser discutido en una ley aparte?
−La historia de nuestro país dejó en claro que la única forma de lograr una legislación laboral y sindical fructífera, que permita el desarrollo armónico de la sociedad, el crecimiento económico y la redistribución de la riqueza es a través del diálogo tripartito y la participación activa de todos los sectores involucrados. Se está usando como “carnada” el tema sindical, para desviar la atención de los trabajadores sobre todos aquellos otros puntos en los que se van a ver perjudicados. Discutir esto es caer en la trampa.
−¿Qué puntos quedaron fuera del proyecto y deberían ser incluidos?
−Varios. Primero, el sueldo: la recuperación del poder adquisitivo, un salario mínimo que cubra la canasta básica, paritarias libres y sin cepo. Segundo, el tiempo: reducción de la jornada laboral y desconexión digital. En el mundo actual con la inteligencia artificial, la nanotecnología, la digitalización de la producción y de las tareas administrativas, seguir teniendo la jornada laboral del siglo XIX es absurdo, hay que llevarla a 7 horas diarias e ir reduciendo hasta llegar a 6. Y de esta manera crear también más puestos de trabajo formales. Tercero, salud mental: creación de ámbitos de seguridad e higiene laboral que atiendan las condiciones de angustia, depresión y estrés en que se está trabajando hoy. Cuarto, la ampliación de las licencias parentales, porque cuando se incorpora una nueva vida a la familia por nacimiento o adopción, los padres solo tienen dos días de licencia. Quinto, ley de cuidados y protección a los trabajadores de plataformas: transparentar el algoritmo, evitar el bloqueo arbitrario, estaciones sanitarias y de cargas, coberturas de seguros por accidentes, derecho al descanso, protección y sobre todo una negociación colectiva para que puedan aumentar sus comisiones. Es paradójico que el Gobierno pretenda convenios por empresas y no empiece por estas plataformas que no tienen nada.
−¿Cree que este es el momento oportuno para discutir una ley de modernización laboral?
−Siempre es un momento oportuno para dar la discusión, ese es el rol que tenemos los legisladores, pero sobre todo los militantes políticos. La propuesta que presenta el Gobierno tiene como objetivo empeorar la calidad del empleo en nuestro país. Estoy convencida de recorrer el camino opuesto.
1Así es la reforma laboral que propondrá el kirchnerismo en contra de la que mandó el Gobierno al Congreso
2El bolso de Toviggino y la placa de Barracas Central: las pruebas que vinculan al ladero de Tapia con la mansión de Pilar
3Los gobernadores ponen el foco en las negociaciones del presupuesto 2026 y relegan la reforma laboral
4La Justicia identificó al odio en el discurso político como la causa del intento de asesinato a Cristina Kirchner





