Camuflada entre los locales, una puerta gris esconde una casa valuada en US$5,4 millones y con cuatro pisos, que pasa totalmente desapercibida en el paisaje londinense
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Las calles de Notting Hill son conocidas por las hileras de casas llenas de elegancia y colores. Lo que pocos imaginan, es que detrás de una muy pequeña puerta de color gris, escondida entre negocios comerciales, se oculta una casa de US$5,4 millones.
La casa reúne una superficie de 900 m² distribuidos en cuatro pisos con cuatro dormitorios en total. Digna del barrio exclusivo en el que se encuentra, el hall de entrada de la casa tiene una ambientación palaciega de 200 m² con chimenea incluida. Está decorada con muebles de madera y sillones tapizados en tonos lilas, visón y blancos con una alfombra haciendo juego.
Al costado de la escalera se despliega una gran sala de estar con más sillones en colores naranjas y amarillos y cuadros multicolores. Detrás de estos, un cuadro alargado completa la pared blanca, al igual que lo hace una televisión en la pared opuesta. Además, una mesa roja con patas de madera interpelan el living ampliando la gama de colores utilizada en la decoración.
Pasando la escalera de estilo moderno y barandas de vidrio, la sala está conectada con la cocina que tiene una gran mesa de vidrio y sillas para 10 comensales. La misma cuenta con una isla de madera oscura para facilitar la cocina o para reunir a los invitados en las banquetas que la rodean. Además, hay una cajonera donde guardar los utensilios y una pared entera con puertas negras corredizas destinada al almacenamiento de objetos.
Por fuera, el patio con piso de madera clara exhibe en su centro una fuente como pieza principal del lugar. Decorada con plantas trepadoras y en grandes maceteros, la casa tiene plantados árboles y distintas especies que se sientan al costado de los dos bancos de madera para pasar la tarde al aire libre rodeado de naturaleza.
En las plantas de arriba, se encuentran repartidos tres dormitorios para niños y una habitación principal en suite donde una pareja puede disfrutar del espacio para una cama matrimonial y lavatorios individuales para cada uno.
Además, la casa cuenta con un invernadero que la familia que la habita decidió convertir en oficina para que los padres trabajen con la luz natural del día. Este también está conectado al dormitorio principal para afianzar la relación entre los espacios y propiciar una circulación eficiente.
El departamento se encuentra bien ubicado, ya que está cerca de una estación de metro y en una de las ciudades más populares de la capital inglesa.
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