El sector, entre el presente y lo que viene

Las inversiones destinadas a los desarrollos inmobiliarios, a diferencia de las inversiones en los mercados financieros, se destacan por su tangibilidad, lo que representa un seguro de valor para quienes quieren invertir sus activos.

Desde la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU) hemos mencionado en otras oportunidades la importancia de un índice que pondere la realidad de los tomadores de créditos, basándose en los niveles salariales, con el claro objetivo de que el consumidor final tenga la posibilidad de invertir en la casa propia. La realidad demuestra que las posibilidades son escasas, salvando honrosas excepciones. Para los desarrolladores también se presentan dificultades en la toma de créditos. La demanda es infinita, pero la oferta finita.

A pesar de ciertas trabas que encontramos en el mercado, vemos que cada vez más agentes económicos se acercan a invertir en desarrollos inmobiliarios. Esto ocurre en consecuencia a la falta de garantías de los mercados financieros, por lo que cada vez más capitales apuestan su confianza en el Real Estate como una forma de salvaguardar recursos, en forma de bienes durables y de valor.

Una herramienta que utilizan varias empresas, incluyendo socios de la CEDU, son los desarrollos en pozo. Se trata de una forma de vender unidades a un costo menor que el precio final. El beneficio del vendedor es colocar una unidad antes de haber comenzado a construir, y el beneficio del comprador es adquirir una unidad a un menor costo. Este es sólo un ejemplo de trabajo y elaboración de ideas que estimulan al mercado.

Como hemos mencionado en más de una oportunidad podemos asegurar que el futuro será favorable en cuanto podamos determinar nuevamente los precios. Pero analizamos que las perspectivas para el año próximo son buenas, y una clara prueba de eso son los nuevos desarrollos que se han lanzado en los últimos meses.

Hoy, la clase media busca proyectos con un valor promedio de 2500 dólares el m2 en la ciudad de Buenos Aires (Palermo, Belgrano, Villa Urquiza, Villa del Parque) y de 2000 dólares el m2 en el Gran Buenos Aires con diseño de vanguardia (racionalista) con algunos amenities.

Lo esencial es generar un clima de negocios con reglas claras y libre disponibilidad de los recursos generados por la propia actividad, lo que se denomina seguridad jurídica. Otro punto por tener en cuenta para que el mercado siga creciendo es la elaboración de un indicador que le permita saber al consumidor final cuál es su realidad, teniendo en cuenta sus ingresos a la hora de adquirir un crédito. Como consecuencia, los desarrolladores podríamos mantener los márgenes de rentabilidad, lo que nos permitiría también tener otro tipo de libertad a la hora de tomar fondos para realizar más desarrollos inmobiliarios.

El autor es presidente de la CEDU