Sobre la calle Gorostiaga, casi esquina Luis María Campos, en el corazón de Las Cañitas, a horas de la inauguración de la muestra, la gente se asomaba hasta la puerta desde donde se podía descubrir parte de la intervención realizada por Casa FOA, en ese rincón austero y monacal ocupado por décadas por los benedictinos, en la abadía de San Benito. Durante las reuniones previas destinadas a la prensa, el entusiasmo y los comentarios compartidos a medida que se descubrió cada espacio fueron –una vez más– el preludio del esperado encuentro con el público que ansía llegar a esa cita anual para dejarse llevar por las propuestas de diseño que atraviesan estilos y momentos de la vida. La ocasión amerita el encuentro entre profesionales, pero también jóvenes estudiantes universitarios, que sorprenden con la innovación en espacios posibles de imitar para incorporarlos tal como se presentan o tal vez surgen como disparadores de ideas. Sí se advierte una fuerte tendencia al uso de materiales reciclables y al compromiso con lo sustentable, como un tema central en todas direcciones. Importante será el legado de Casa FOA una vez que cierre sus puertas para que allí comience a tener vida un centro cultural, en un ámbito remozado, rodeado de jardines y en ese especial clima de sosiego que se percibe en los pasillos, así como en el patio interno, donde árboles añosos cobijan a través del tiempo a quienes participan de la vida espritual. En un salto, de Las Cañitas a Parque de los Patricios. Allí, otro hito del diseño, de la mano del afamado arquitecto Foster, autor de un impactante edificio en este barrio que florece con el empuje del gobierno porteño y, que a fin de año comenzará a instalar allí sus oficinas. Es evidente que esa mudanza será un nuevo envión para el crecimiento en esta zona de Buenos Aires, recuperada, donde las expectativas se intesificaron durante la magnífica obra. La transformación será seguramente sorprendente con la fuerte apuesta laboral y creará sinergia con los servicios para abastecer a quienes ocupen las oficinas del nuevo edificio, que será sede del gobierno de la ciudad. De un lado y del otro, cambios que generan oportunidades, de las que emanan optimismo, que fluye de la tarea creativa como de proyectos que permiten dejar un pasado de olvido y comenzar de nuevo.¿Tendrá el mercado inmobiliario y todo el sector de la industria también la oportunidad de volver a empezar, con el mismo empuje de siempre?
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