En sus tiempos de estudiante de arquitectura, Gerardo Azcuy, disfrutaba el regreso a su casa en colectivo observando la ciudad. En ese entonces soñaba con construir alguna casa en Buenos Aires. Hoy 30 años más tarde tiene una historia con más de 18 edificios y 50 casas construidas y US$280 millones en inversiones en proyectos, un monto que incluye el valor de los terrenos donde los construyó.
Sus primeros pasos fueron en Villa Luro. En 1992 comenzó construyendo casas tipo dúplex pero el verdadero salto lo dio en 2010 cuando fundó la desarrolladora que lleva su apellido y decidió poner foco en Caballito. "El crecimiento de la empresa fue como una bola de nieve", reconoce Azcuy, quien recuerda que su historia como emprendedor tiene algún sinsabor. Fue la crisis de 2000 la que le jugó una mala pasada. "En aquel momento me expandí sin tener en cuenta que la Argentina podía tener un ciclo negativo de 24 meses. Eran tiempos en los que los inversores en lugar de destinar su capital en proyectos, lo destinaban a los bancos que pagaban un interés del 24 por ciento", recuerda. Primero arrancó con emprendimientos de entre 2000 y 3000 metros cuadrados. Luego descubrió que el negocio estaba en generar proyectos de más de 10.000.
Hoy tiene en marcha siete proyectos: cuatro en obra y tres en pozo. Son 70.000 metros cuadrados entre los que están en plena construcción y los que tiene por entregar. Además negocia varias tierras, siempre con el foco puesto en el tradicional barrio porteño: little horse.
-¿Cómo funcionaron las ventas en los últimos meses?
- Entre las elecciones de agosto y las de octubre vendimos solo 100 metros cuadrados pero no me asuste porque sabía que la gente estaba esperando a diciembre. Y así fue: a fin de año vendimos 2000 metros cuadrados en 30 días. La Argentina es un sube y baja emocional y mucha gente no sabe qué hacer con el dinero. Los desarrolladores generamos negocios de confianza. Nos llevó años y mucho trabajo armar equipo y consolidar la empresa. No puede definirte un negocio que el dólar aumente o baje. La clave está en generar tu propio microclima y en lograr que no te influya el factor Argentina. Este no es un negocio cortoplacista, Tenés que poner foco en los próximos diez años. Por otra parte nuestro país es rico por definición, no hay manera de destruirlo. Es triste lo que nos está pasando, pero por otro lado la falta de credibilidad genera que la gente termine invirtiendo en el ladrillo como refugio de valor.
-¿Cómo le cierran los números?
- Las cuentas dan bien y también tenés que tener en claro que ganás con algunas obras y con otras perdés. Además si es necesario bajar los precios para lograr ventas y que el negocio siga, vale la pena. Nuestro país es así: un día te ponen rock y lo bailas, y al día siguiente tal vez tenés que bailar un tango.
- Pero cómo maneja los números...
- Hay que tener en cuenta que las incidencias de las tierras en Caballito varían entre los US$700 y los US$1000 por metro cuadrado aproximadamente. Este último número en los predios ubicados en la avenida Pedro Goyena, la más cara de la zona. A esa inversión hay que sumarle un costo de construcción que supera los US$1500 por metro cuadrado. Los números nos dan porque nuestro modelo es de escala. Nuestros precios de venta promedian los US$2600 por metro cuadrado aunque hay avenidas como Pedro Goyena donde rondan los US$3000. La clave de este negocio es que te vuelvan a comprar. No podés mirar el costo. Una marca no se logra con un proyecto, es un proceso en años.
-¿Se puede en la Argentina?
- Vuelvo al tema de la confianza. Tengo en claro que no hay que poner el foco en el ahorro. El mercado me mira como un bicho raro. Un ejemplo: nosotros instalamos un sistema de aire acondicionado de bajo consumo y además los equipos están en la planta baja para evitar que moleste el ruido. Esta decisión implica una inversión de US$100 por metro cuadrado en las cañerías, mientras que el sistema tradicional cuesta un tercio de lo que cuesta este. También implementamos paneles de recolección de energía solar en las áreas de usos comunes. l
- Pedro Goyena ya no tiene tierra ¿hay otro corredor con potencial en la zona?
- La avenida Directorio que es paralela a Pedro Goyena para el lado de Parque Chacabuco.
- Desarrolla, construye, comercializa. ¿analiza financiar?
- Sí, de hecho lanzamos un plan propio para que la gente pueda seguir pagando una unidad luego de la entrega. El objetivo es que pueda comprar quien no haya vendido su propiedad y que en el caso de que no pueda hacerlo, tenga la opción de alquilar la unidad nueva y así pagar las cuotas. Sé que corro riesgo pero lo voy a implementar en un porcentaje de la cada obra. Además lo puedo correr porque tengo 70.000 metros cuadrados en siete obras.
- ¿Por qué apuesta al modelo de proyectos de tantos metros?
- El secreto para comprar material de calidad es el volumen y sería muy complicado manejar más de 25 obras de 3000 metros cuadrados cada una.
- ¿Y hay oportunidad de nuevas obras?
- Sí, porque por las dimensiones de los emprendimientos que hacemos necesitamos sólo dos buenos terrenos por año.