Un club de campo con caballos

Ya se han construido 80 casas en Santa Catalina, donde el polo es protagonista; ya residen allí 15 familias

23 de febrero de 2008
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Actualizado el 1 de julio de 2020

Es una de las áreas del Oeste con mayor crecimiento en el último tiempo. Se trata de un nuevo proyecto, Santa Catalina Club de Campo, en el kilómetro 37,5 de la ruta 6, en Open Door, partido de Luján, a menos de 50 minutos de Buenos Aires.

Está dentro de un circuito donde el polo es protagonista. El proyecto cuenta con dos canchas para esa disciplina, senderos ecuestres, un área de boxes, galpón, corrales para los propietarios que quieran tener allí sus caballos, equitación y pato. El predio tiene una superficie de 100 hectáreas de las cuales 34 corresponden a espacios comunes con un muy buen marco por su frondosa arboleda. El terreno es ondulado por una cañada, que conforma un arroyo.

"La presencia permanente de caballos diferencia el lugar y es muy valorado por los que eligen este estilo de vida", comenta Julio Antuñano, a cargo del área de marketing de Santa Catalina Club de Campo.

Un virtud es su ubicación a sólo 70 kilómetros del centro porteño, sobre la autopista 6, que une Zárate con La Plata y vinculará los ejes norte, oeste y sur.

Se halla a dos kilómetros de Open Door, a nueve de la ruta 8 y del Acceso Oeste, cerca de Luján, Pilar y Manzanares; además está rodeado de entidades deportivas.

Reafirma la privacidad del proyecto, en un área arbolada y tranquila el diseño de amplios lotes, que en total son 183 de entre 2500 y 5000 m2, con la posibilidad de ampliar aún más las dimensiones según las necesidades de cada propietario.

Ya se han construido 80 casas y otras 15 están en obra; 15 familias son residentes. Se le suman 12 dormies de uno y dos dormitorios con una amplia galería y pileta propia. Los precios de construcción oscilan entre los 500 y 800 dólares por metro cuadrado. El clubhouse de estilo campestre, de 180 m2, correspondió a un casco de estancia, donde se hoy encuentra la administración.

Además, posee un restaurante, pileta de natación, vestuarios, solárium, gimnasio, sala de lectura y una capilla, Santa María de Siena.

"Antes de comenzar a construir la casa soñada, el proyecto debe ser aprobado por el reglamento de la comisión de arquitectura del barrio. De todos modos, las reglas son amplias; eso sí, no se permite el cerco entre los terrenos para no convertirlo en un country", agrega Antuñano. El valor del m2 de los lotes se cotiza entre 17 y 19 dólares y las expensas, alrededor de 250 pesos.

"El espíritu del lugar se refleja en quienes lo habitan y optaron por la vida al aire libre. Por eso nada mejor que Santa Catalina para vivir en contacto con la naturaleza los fines de semana o todos los días del año", concluye Antuñano.