Ha sido un encuentro reducido, pero muy interesante. La Asociación Empresaria de la Vivienda (AEV) es una entidad que siempre ha dedicado un enorme interés por parte de sus dirigentes a través de las décadas por encontrar soluciones a la problemática de la vivienda. Y hoy más que nunca sigue en pie dando batalla no con enunciados, sino con hechos. Desde las propuestas de créditos posibles para la clase media hasta acciones como las que encaró este año de comprometer a los políticos para que consideren en sus plataformas el tema de acceso a la vivienda como una cuestión de Estado, con el fin de ofrecer soluciones concretas a la sociedad en sus diferentes segmentos en un tema tan importante como es el acceso al techo propio a lo largo de su vida.
En este encuentro, la audiencia integrada por empresarios y referentes del sector, los oradores explicaron con fundamento cómo la coyuntura durante años ha ido acorralando al mercado. En la cima de esa tendencia desfavorable, desde luego, se mencionó obviamente la instalación del cepo hace tres años, con sus lamentables consecuencias no sólo en el ámbito de la industria de la construcción y del amplio sector inmobiliario, sino en otros rubros vitales para la actividad comercial del país. En el escenario planteado por los panelistas se dedicó una recurrente mención a la necesidad justamente del crédito hipotecario como motor indispensable del Real Estate, como sucede en los países más desarrollados y en muchos de la región, Chile, entre ellos, que aplica para la financiación de la vivienda la UIF, una moneda propia y estable, exitosa durante varias décadas.
Desde luego que estos temas exigen permanente discusión y análisis entre los dirigentes del sector, lo que motivó algunas respuestas positivas para la gente. Así desde hace años el Banco Ciudad implementó –con las limitaciones de la economía y a pesar de muchas trabas– líneas de créditos hipotecarios con tasas accesibles que han permitido por lo menos a un puñado de la demanda acceder a esos créditos con muy buenos resultados. Por su parte, dentro de la actividad privada, los desarrolladores son los que con frecuencia brindan financiación en los proyectos que se construyen y así hacen su aporte necesario para que esa otra porción de la sociedad, con mayor poder adquisitivo, invierta en propiedades nuevas. Aun así, y pese a estos valorados esfuerzos, todo esto es insuficiente.
Más leídas de Propiedades
Tiene 115.000 plantas. Así es el jardín vertical más grande del planeta: dónde queda y cómo lo hicieron
Canning. Esta casa en un country de Buenos Aires ganó uno de los mayores premios de arquitectura del mundo
"Hay una forma". Es economista y da la fórmula para que quien no tiene ahorros pueda comprarse su propia casa