Tamizar la harina con el polvo de hornear, el tomillo, la nuez moscada y la sal fina.
Batir la manteca blanda con el azúcar. Incorporar la miel y continuar batiendo para conseguir una preparación cremosa. Agregar los huevos de a uno y mezclar. Por último, incorporar los ingredientes secos alternándolos con la cerveza.
Colocar en un molde enmantecado y cocinar durante 30 a 40 minutos a 180°C hasta que, al introducir un palillo en el centro del pan, salga limpio. Dejar enfriar y cortar en el tamaño deseado.
Para la mousse, procesar rápidamente las hojas de albahaca y de rúcula. Colar y escurrir bien. Luego, colocar en un bol y mezclar con el queso crema, la crema batida a medio punto y las claras en punto de nieve. Salpimentar y agregar a último momento la gelatina previamente hidratada, mezclando muy bien con una espátula de goma. Reservar en la heladera durante 3 horas.
Servir rodajas de pan de miel y cerveza junto con la mousse y algunas hojas verdes. Si lo desea, puede acompañar este plato con cerveza honey fría.