Filetear y saltear los champiñones y las echalotes (son parecidas a las cebollas aunque no son igual, por lo que se pueden reemplazar de no encontrarlas) con un poco de vino blanco (o coñac).
Cuando estén cocidos, procesar. El grado de procesado dependerá de lo que se prefiera como resultado, una terrina con pedacitos o bien lisa.
Agregar los huevos batidos y la crema de leche.
Ir incorporando el pan rallado, para que absorba la humedad.
Agregar perejil picado, sal y pimienta a gusto
Terminar con un chorrito de jugo de limón.
Llevar a una budinera enmantecada y cocinar a horno a 180° durante 35/40 min, o hasta que la terrina quede bien cocida
El jugo de limón sirve para realzar el sabor de los champiñones, se suele usar también en las sopas de champiñones. Queda rico de cualquier manera: caliente, tibio o frío.