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El chucrut se elabora mediante un proceso llamado lacto-fermentación, un proceso que está cada vez más de moda en quienes buscan una alimentación saludable. Para realizar la fermentación se utilizan las bacterias naturales y beneficiosas presentes en la superficie del repollo. Bacterias que también están en todas las grutas y verduras. Lactobacillus es una de esas bacterias, que es la misma que se encuentra en el yogur y muchos otros productos cultivados. Cuando se sumergen en salmuera como para hacer el chucrut, las bacterias comienzan a convertir los azúcares del repollo en ácido láctico; este es un conservante natural que inhibe el crecimiento de bacterias dañinas. El chucrut o sauerkraut casero es muy fácil de hacer. El chucrut casero es crujiente y deliciosamente agrio, perfecto para cubrir una fuente de carnes estofadas con cerveza, acompañar las tradicionales salchichas alemanas o rellenar un gran sándwich.