Partir los damascos en dos y cortar el durazno en pedacitos, sin pelar.
Pelar la manzana y cortarla en cuadraditos. Cortar la cebolla en octavos.
Poner todo dentro de una cacerola, echar el vinagre, el vino y el azúcar y llevar a hervor.
Bajar el fuego a mínimo, echar la rama de canela y las pasas, y cocinar unos 20 minutos.
Debe tener la consistencia de una compota con poco líquido, parecido a una mermelada sin llegar a serlo, como ven en la foto principal.
Envasar en caliente y poner boca abajo en la heladera cuando se enfrió.
Para acompañar el cerdo frio, o una rica pechuga de pavita, podemos hacer este chutney muy rápidamente y quedar de maravillas, porque es un bocato celestial. A mí me encantan las conservas y siempre tengo a mano un frasco en la heladera, ya sea de mermelada casera o de chutney de distinto gusto. Este es un invento mío que hice para llevar a la comida de despedida del año y le llamé chutney frutal.
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