Individuales y cada una con su huevo propio: así son estas tarteletas de espinaca y huevo deliciosas y super prácticas. Son para hacer de a varias, freezar y tener a mano para cuando ataca el hambre. La espinaca es poco rendidora pero ¡que vegetal noble y refinado! Es totalmente distinta la textura de una espinaca suave y liviana que la de las hojas de acelga, también una verdura tartera, mucho más rendidora y de batalla. Esta receta de tarteletas de espinaca y huevo, sale también con acelga y con cualquier verde que se la banque. Hasta con kale, con espinaca japonesa, con akusai y con brocoli las podés hacer. Asi que anotá esta receta salvadora y tenela bien a mano. Anota, qué antigualla total. Digamos, guardá este link. Pero hacela con mucho amor y con confianza total.
Blanqueá y picá la espinaca; mezclala con 1 huevo, la ricota y el queso de cabra desgranado, el queso crema, sal, pimienta y nuez moscada.
Derretí la manteca, dejala enfriar y pincelá las hojas de masa Phylo, apilándolas unas sobre otras.
Después cortá círculos de masa de 10 cm de diámetro, forrá tarteletas individuales, rellená con la espinaca, y con la parte de atrás de una cuchara hundí un poco el centro.
Cerrá la masa hacia adentro lo más prolijamente posible y hornéa a temperatura fuerte 10 minutos.
Retirá, rompé un huevo en el hueco central de cada tarteleta y volvé al horno otros 10 minutos, o hasta que el huevo quede cocido.
Se puede hacer toda la preparación del relleno tal cual está explicada y colocar en budinera o en los moldes individuales y llevar a horno. En lugar de tarteletas quedan unas tortillas de espinaca y huevo sensacionales y sin masa.