Este color se impone como protagonista; combinado con materiales nobles y detalles de diseño, convierte espacios clásicos en ambientes modernos y sofisticados
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El negro dejó de ser un simple capricho decorativo en la cocina. Hoy se impone como un aliado del diseño, capaz de imprimir carácter y sofisticación sin esfuerzo. Desde muebles y mesadas hasta electrodomésticos y griferías, este tono demuestra que su esencia atemporal es, en realidad, una declaración de elegancia.
Negro y madera: la dupla infalible
Esta combinación nunca decepciona y se adapta tanto a espacios amplios como reducidos. La madera aporta la calidez necesaria, mientras que el negro destaca por su elegancia y sofisticación. El resultado: una cocina con un encanto único. Una alternativa interesante es aplicar el negro en una de las líneas de muebles y reservar la madera para el resto.
En la cocina de su casa en Guadalajara, México, el arquitecto Andrés Escobar (AE Arquitectos) junto a Paulina Pesqueira (Central) apostaron por una paleta sofisticada: cerámicos negros con acabado brillante, superficies tecnológicas —ultrarresistentes y elaboradas con minerales naturales— y madera de nogal. La elegancia oscura se realza con una iluminación cuidadosamente diseñada: una atmósfera envolvente que “despega” los muebles de las paredes y otra, precisa y puntual, pensada para las tareas cotidianas.
Esta cocina, concebida para una casa con planta en forma de “X” en Ituzaingó, combina muebles de incienso, detalles en negro y una imponente isla curva como protagonista. El proyecto lleva la firma del arquitecto Lucas Geya, fundador de Estudio Geya, junto a Mariana Cantero (estudio Muc).

Las bachas negras son perfectas para cocinas de estilo minimalista, ya que aportan un toque de elegancia. Además, resultan muy prácticas en espacios de uso intenso: se limpian con facilidad y presentan menor riesgo de manchas.

“Intenté construir una atmósfera interior sólida, con decisiones estructurales, materiales y espaciales que les diesen carácter a los ambientes antes de ser decorados”, nos dijo la arquitecta Andrea von Chrismar de su casa-galpón en el sur chileno. En su cocina vemos a simple vista la combinación ganadora: madera de mañío y el color negro en muebles de guardado, mesas y sillas.

Negro y mármol: elegancia en estado puro
El mármol sigue siendo un emblema de sofisticación. Cuando se combina con muebles bajomesada en negro, herrajes y grifería a tono y luminarias con protagonismo, la sensación de exquisitez se eleva al máximo.

Para integrar la cocina al conjunto, se eligió el mismo tono agrisado que viste el living y el comedor. Tras la reforma del departamento de una pareja, el espacio respira gracias a un aire y luz ocultos detrás de persianas americanas negras.

El negro, símbolo de refinamiento y a la vez de simpleza y minimalismo, nunca fatiga la mirada. Es la fórmula perfecta que equilibra lo atemporal con lo moderno.

Negro y blanco: un clásico que no falla
Las cocinas con paredes, techos y pisos blancos se realzan con toques de negro en mobiliario, sanitarios, griferías y detalles decorativos. Es una propuesta moderna y muy acertada, ideal para espacios pequeños, donde el blanco equilibra la intensidad del negro y aligera la carga visual. Una alternativa es mantener paredes y techo en blanco para potenciar la luminosidad.

En la foto, vemos lo que supo ser un chalet ferroviario y se transformó en un hogar familiar. La cocina -que antes era una tira que corría en paralelo al jardín uniendo el cuarto de servicio y lavadero- ahora es un espacio integrado, funcional y estético con negro en sus muebles de guardado y plantas naturales, que aportan calidez al ambiente.

“Cuando hicimos la cocina, el vidrio repartido era algo muy original que todo el mundo nos comentaba. Hoy ya está más visto, pero me sigue encantando cómo entra la luz y ese contraste entre la arquitectura original francesa y el cerramiento de hierro negro”, explicó la interiorista Inés Muzzio, que apostó por volver a vivir con su familia a la ciudad, más precisamente a un departamento en Recoleta.

“El negro tiene mucha presencia. Con diferentes materiales, pinturas o tramas, creamos una base para destacar otros elementos”, nos contaron los arquitectos Mariana Villanueva y Sebastián Cseh de la cocina de su casa que proyectaron en zona norte con volúmenes superpuestos y desfasados en torno a un roble centenario.

El negro se consolida como una de las tendencias más sofisticadas en cocinas contemporáneas. Combinado con madera, mármol o acero inoxidable, crea contrastes que elevan el diseño a otro nivel. Símbolo de elegancia y modernidad, el total black se impone en cada vez más ambientes y es la mejor opción cuando la luz y el espacio están garantizados.













