Este año –2025– es un año universal 9 (2 + 0 + 2 + 5 = 9): representa un final de ciclo: ¿qué significa esto?
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En cada comienzo de año se escuchan conversaciones sobre el significado del número que lo identifica y lo que puede esperarse. Este año es el 9, y su energía será diferente a la de un año 8, como fue 2024, o la de un año 1, como será 2026.
La numerología es un conocimiento antiguo que concibe a los números y a su vibración como una manifestación de la naturaleza de cada ser.
La disciplina plantea que la vida se mueve en ciclos de nueve años, y que cada uno trae consigo distintas energías que ofrecen la posibilidad de aprender lecciones y potenciar oportunidades. Conocer cuáles son y cómo usarlas a favor es como aprovechar el empuje de una ola: al nadar en la misma dirección, avanzamos más rápido y con menos esfuerzo. El conocimiento siempre nos beneficia.
La numerología no solo se centra en los aspectos personales, sino también en fuerzas más amplias y sagradas que afectan a toda la humanidad, como la vibración de los años universales. Estos ciclos energéticos ayudan a comprender los patrones colectivos y a alinear nuestras acciones con el propósito universal. El número del año universal se obtiene reduciendo las cuatro cifras del año a una sola (2 + 0 + 2 + 4 = 8). Su energía es común a todos los que habitamos el planeta y rige nuestras vidas desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre.

Lo que pasó en 2024
En un año universal 8, como el 2024, los conflictos irresueltos salieron a la luz para ser limpiados. Emergieron traumas y huellas de otros tiempos para ser armonizados. Este ciclo nos invitó a conectar con el corazón y a irradiar paz. También nos brindó la valentía y fortaleza necesarias para asumir la responsabilidad de nuestros actos y decisiones, para ser agentes de paz, sin juzgar ni condenar al resto. En esencia, se trató de cultivar el respeto como primera manifestación de amor.
Qué nos depara el 2025
Entramos en el año universal 9 (2 + 0 + 2 + 5 = 9). Este representa un final de ciclo e invita a hacer un balance de lo aprendido durante los últimos nueve años. Es un tiempo de comprensión superior, para mirar con los ojos del espíritu y trascender las dualidades de un mundo que nos exige pensar en la lógica del blanco o negro, para entrar en una era multicolor llena de opciones y posibilidades. El desafío de este año es conectar con la humildad, la sabiduría y la unidad, superando la soberbia y el aislamiento. El núcleo de esta energía es la hermandad y el amor universal. Es un momento propicio para unirnos como un gran equipo, comprendiendo que la evolución individual está íntimamente ligada a la evolución colectiva.
En términos de la Argentina, dado que el país nació un 9 de julio, su energía resuena profundamente con lo que trae este año universal. El 2025 será un año crucial para desarrollar la confianza como país y una gran oportunidad para construir desde nuestras fortalezas, tanto personales como nacionales, con menos palabras y más hechos. Será un tiempo para buscar grupos por afinidad y para colaborar activamente en la creación del mundo y del país en el que deseamos vivir.
Recomendaciones para aprovechar el 2025
Teniendo en cuenta lo que dispone este año universal 9, María Laura Abad, terapeuta espiritual, especialista en terapias vibracionales y numerología sagrada, recomienda una serie de actividades y prácticas para usar las energías a nuestro favor:
- Cerrar ciclos con gratitud: Reflexionar sobre lo vivido y agradecer las lecciones aprendidas permite avanzar hacia el próximo ciclo con más claridad.
- Practicar el altruismo: Colaborar con ONGs, participar de colectas y voluntariados y cuidar el ambiente, como actos de solidaridad, puede ayudar a transformar nuestra individualidad mientras generamos un impacto positivo.
- Atender pendientes: Aprovechar la energía de cierre de ciclo para encauzar lo que venimos postergando, o dejando de lado, es clave para avanzar hacia nuevas metas.
- Buscar grupos de afinidad: Rodearnos de personas con intereses y valores similares a los nuestros potencia el crecimiento.
- Viajar hacia nuestro interior: Hacer una revisión interna para registrar todo aquello que nos resulta superfluo y prescindible y deshacernos de lo que ya no nos nutre.
- Integrar la espiritualidad en nuestra vida cotidiana: Encontrar actividades, lugares y personas que nos conecten con nuestro propósito de vida.
Todos los que habitamos este mundo en 2025 atravesaremos este ciclo 9, estemos o no conectados con esta sintonía. Llevarlo a la conciencia y aprovechar las herramientas disponibles nos dará la oportunidad de jugar estas energías a nuestro favor, crecer, evolucionar, y colaborar con ser cada día un poco más felices, que es a lo que vinimos. Bienvenidos a un gran año.
La autora es organizadora de eventos de autoconocimiento y transformación personal: shamanicandhealing
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