
Amenazas, hostigamiento y el “botón rojo”, el modus operandi de una violenta banda de usureros
Tras una investigación policial y judicial fueron detenidos diez sospechosos
4 minutos de lectura'


“¡Escuchame una cosa pedazo de mugrienta! ¿Vos pedís plata y pagás cuando querés, cuando se te canta el pedazo del orto? Pedazo de atrevida. Pelotudeaste 500 millones de veces a la gente que te fue a cobrar. Hiciste ir gente al pedo a tu casa y vos hablás de respeto. La cocha bien de tu madre. Hacé de cuenta que te entran a robar y matás al delincuente y te tenés que mudar ahora. Vos no vas a vivir tranquila, te lo aseguro. ¿Está claro? Yo atrás de un chat no me hago el malo. Vos ahora me vas a conocer la cara, pero cuando yo te vea arrodillada a vos y a toda la gente que esté ahí adentro no me digas ‘por favor, señor’ porque a cachetazos te voy a levantar. A vos y a todos los que estén. ¿Te quedó claro?“.

La destinataria de la amenaza fue una mujer que le había pedido plata prestada a una banda de usureros y no pudo pagar su deuda. Se había retrasado en los pagos. Entonces comenzaron las amenazas por mensajes de voz de WhatsApp. Primero era una advertencia.
En las últimas horas, después de un mes de investigación, la fiscal de Boulogne Paula Hertrig y detectives de la Policía de la Provincia de Buenos Aires desbarataron a la organización criminal detrás de las amenazas, hostigamientos y extorsiones.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. Tras una serie de allanamientos en Moreno, General Rodríguez, El Palomar e Ituzaingó fueron detenidos diez sospechosos, entre ellos el jefe de la banda, la voz detrás de las intimidaciones y amenazas.
“Los clientes de los sospechosos eran todas personas de bajos recursos que no podían acceder a los créditos que otorgan los bancos y otras compañías financieras. Entonces, en su desesperación, recurrían a esta organización de prestamistas usureros”, dijo a LA NACION una calificada fuente judicial.

Según lo que pudieron reconstruir los detectives policiales y judiciales a partir de las pruebas reunidas, por ejemplo, una persona que pedía un préstamo de $100.000 debía pagar cuatro cuotas de $42.500.
“Si a las 13 del día acordado para el pago no se abonaba, se agregaba una cuota. Después, ante otros incumplimientos, se activaba un ‘protocolo de actuación’ que tenía la banda. A los clientes morosos se los calificaba con un ‘botón amarillo’ y un ‘botón rojo’. El amarillo era la señal para comenzar con los hostigamientos y el rojo para las amenazas”, explicó a LA NACION una fuente que participó de la investigación.
La cantidad de cuotas la establecía el jefe de la banda o su socio de acuerdo a la “necesidad” de los clientes y el dinero entregado.
La investigación, de la que participaron detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) San Isidro de la policía bonaerense, comenzó el mes pasado, después de que una vecina de Boulogne, presentó una denuncia por las amenazas que recibía después de haber dejado de pagar.
“Se comenzó a investigar como un caso de amenazas. Pero en el marco de un allanamiento se secuestró un teléfono y a partir de la información que se pudo obtener se descubrió que se estaba detrás de una asociación ilícita dedicada a la usura y las extorsiones”, dijeron las fuentes consultadas.
El jefe de la banda fue imputado del delito de asociación ilícita agravada por su condición de organizador, usura agravada por habitualidad y extorsión.
Entre los detenidos se encuentran, además, los sindicados “cobradores” de los préstamos. Es decir, los que visitaban a los deudores para exigirles que paguen.
1
2Video: las insólitas maniobras con las que un borracho con 2,47 gramos de alcohol en sangre chocó cuatro autos
3Narcopolicía detenida. La oficial sorprendida con 14 kilos de cocaína había trabajado en Asuntos Internos de la PFA
4Los audios que expusieron la sangrienta decisión de la Banda del Millón por la desaparición de 100.000 dólares



