Caso Lola: dio negativo el cotejo de ADN al hijastro de la madrina

MONTEVIDEO.- Negativo. Otra vez negativo. Cada vez que parece que hay una luz sobre el caso de Lola Chomnalez, todo se desvanece y vuelve a cero. Ahora fue el turno del adolescente que estuvo con la chica en aquellas trágicas vacaciones en el balneario Barra de Valizas.

El hijastro de la madrina de Lola había generado sospechas en la policía por algunas declaraciones en las que se mostraba indiferente respecto a la suerte de la adolescente argentina, cuando aún no habían encontrado su cuerpo.

En la tarde del lunes se generó una enorme expectativa en Rocha, cuando la policía cerró la calle en la que está el juzgado penal local. Todo se manejaba en estricta reserva en la justicia con los abogados de la familia de Lola y de la familia de la madrina de la adolescente.

El nuevo fiscal que se hizo cargo del caso entendió que no podía ser que faltara cotejar el ADN de la sangre encontrada en la mochila de Lola con el del hijastro de su madrina, por lo que se solicitó el análisis.

La información que circulaba en el juzgado era que la madre prefería que él no viajara, y se ofrecía ella para dar su ADN para las pericias. Sin embargo, el joven llegó el lunes con su madre, y más tarde, su padre entró a la sede judicial con su actual esposa, la madrina de Lola.

Finalmente el cotejo del ADN del hijastro de la madrina de Lola con el perfil genético del presunto homicida dio negativo.

La comparación se realizó con una muestra de saliva que se le tomó ayer al hijo de Hernán Tuzinkevich, esposo de la madrina de Lola.

El abogado Gustavo Bordes, que representa al adolescente que compartió aquellas breves vacaciones con Lola, dijo anoche que el examen de ADN había sido solicitado por los padres del propio joven, y destacó que nunca se negaron a su realización.

Además, el adolescente se sometió a un peritaje psicológico en la sede del Instituto Técnico Forense (ITF) ubicada en la capital uruguaya. Esta medida fue dispuesta por la jueza de la causa, Silvia Urioste.

La adolescente había llegado al Uruguay a pasar unas breves vacaciones de verano con su madrina, el esposo de ésta y el hijo de ese hombre. El domingo 28 de diciembre, Lola salió a caminar por la playa, en el camino hacia Aguas Dulces y no se le vio más. Días después apareció el cadáver en una zona apartada de ese camino.

La investigación fue confusa, detuvieron a varias personas que en algún momento aparecieron como sospechosos, pero cada línea terminó en la nada.

Esta semana pasó lo mismo y el caso sigue abierto, pero sin pistas.