Detuvieron a tres efectivos de la Policía de la Ciudad por robar un bolso con dinero en un control

Un hombre reconoció a los policías que le habían robado al momento de ir a hacer la denuncia a la comisaría. Ocurrió en el barrio porteño de Villa Lugano, cuando el damnificado se hizo presente en el lugar para acusar directamente a tres efectivos de la Policía de la Ciudad que lo habían parado a la madrugada para un control. Sucede que, una vez que se fueron, la persona se dio cuenta de que le faltaba un bolso con más de $500.000.

Ante la denuncia, el subcomisario a cargo de la Comisaría Vecinal 8 B realizó la consulta judicial y el fiscal dispuso darle intervención a Gendarmería con una orden clara: que los tres efectivos denunciados y sus autos particulares sean requisados. Fue entonces cuando uno de los policías se negó a aportar la llave de su vehículo, por lo que la Justicia decidió secuestrárselo. Los gendarmes lo abrieron y encontraron el dinero.

“Fuimos, somos y seremos implacables contra la corrupción policial”, escribió en su cuenta de Twitter el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro. “Tenemos la fuerza más transparente, más formada y más seria del país. Tenemos las tasas de delitos más bajos de los últimos 27 años. En este caso, desde que se recibió la denuncia se colaboró con la Justicia y estos tres delincuentes disfrazados de policías ya están presos”, sostuvo el funcionario.

“La oficina de Transparencia y Control Externo de la Policía de la Ciudad ya tomó cartas en el asunto y estos tres policías van a ser sumariados y separados de la fuerza. No voy a permitir que ensucien el trabajo implacable de los otros 26.000 hombres y mujeres que conforman la Policía de la Ciudad”, finalizó.

El caso de los policías secuestradores

A fines de 2020, fue noticia el caso de un grupo de cinco policías bonaerenses que engañaban a ladrones, los secuestraban y exigían el pago de rescate a sus familiares. El modus operandi consistía en marcarles robos fáciles y otorgarles datos sobre supuestos botines millonarios. Sin embargo, todo era una trampa para retenerlos y mantenerlos cautivos en un predio de La Matanza hasta que sus familiares pagaran un rescate.

Como informaron en su momento a LA NACION fuentes judiciales, el escándalo fue descubierto con la detención de cinco uniformados y un cómplice, que era la persona que engañaba a las futuras víctimas. A todos se les adjudicó, por lo menos, dos hechos. Un familiar de las víctimas había llegado incluso a juntar US$300 dólares para pagar el rescate, que debía concretarse en el barrio de Constitución, pero la negociación logró frustrarse a tiempo.