El asesinato de un empresario: hallaron el vehículo usado por los delincuentes que cometieron un sangriento robo
El automóvil fue encontrado estacionado en Pavón al 1500, en Castelar Sur

El automóvil Volkswagen Gol gris usado por los autores del homicidio del empresario Garbiel Esteban Izzo fue hallado minutos después de las 19.30, estacionado frente a la casa situada en Pavón al 1500, en Castelar Sur. Dentro del vehículo, que no tendría denuncia por haber sido robado, los investigadores encontraron precintos similares a los que usaron los asaltantes para maniatar al empresario y a su esposa, Silvana Petinari -que se encuentra herida en grave estado-, cuando irrumpieron en la vivienda, situada en Italia al 1000, en San Antonio de Padua.
El rodado con patente que comienza con “F”, modelo 2006, fue encontrado luego de un seguimiento de las cámaras de seguridad de la zona, realizado por los responsables de la pesquisa del asesinato. Según fuentes de la investigación, el vehículo fue encontrado a pocos metros de la casa del titular del automóvil.
Ante esta circunstancia, el representante del Ministerio Público, de Morón, dispuso que sea allanada la casa del dueño del vehículo. Al revisar la vivienda, la policía no encontró ningún rastro del sospechoso. Al mismo tiempo, otros grupos de investigadores realizaron operativos similares en las viviendas del hijo del dueño del automóvil y de otra persona que tiene una cédula azul que lo habilita para conducir el vehículo.
Ambos allanamientos dieron resultado negativo y, los policías continuaron la búsqueda de los tres sospechosos vinculados con el vehículo usado por los responsables del homicidio del empresario Izzo y las lesiones graves sufridas por su esposa.
El matrimonio fue atacado durante la madrugada. Dos asaltantes rompieron la persiana de gruesos listones de madera del chalet de dos plantas situado en Italia al 1000, en San Antonio de Padua, partido de Merlo. El ruido causado por delincuentes despertó al dueño de casa, que descansaba en el dormitorio de la planta alta con su esposa.
En ese momento, los delincuentes sorprendieron a Izzo y lo redujeron con precintos que habían llevado para maniatar a los propietarios de la vivienda que había planeado asaltar. Pero, el matrimonio se resistió a que lo maniataran y se produjo una lucha en distintos ambientes de la vivienda.
Primero, el dueño de la casa, intentó defenderse con una pistola 9 mm. Pero el arma se trabó. Entonces, el empresario tomó un revólver calibre .38. En ese momento se produjo un tiroteo en la planta baja del espacioso chalet. El enfrentamiento terminó cuando el empresario cayó muerto a raíz de cinco balazos que le dispararon y los dos puntazos que le asestaron.
“Había sangre por toda la casa”, expresó uno de los investigadores que llegó a la vivienda alertado por los vecinos que avisaron al números de emergencias 911. Antes de que llegara la policía, los vecinos avisaron a uno de los hermanos de Silvana, que vive a cuatro cuadras. Este familiar llegó a la casa, encontró a su hermana malherida y la llevó su automóvil al hospital Eva Perón, de Merlo.
El hallazgo de un rastro de sangre en el jardín, la vivienda del empresario asesinado indicaría, según fuentes de la investigación, que uno de los asaltantes habría sido herido por balazo disparado por la víctima.
Para los investigadores no se trató de un hecho al azar. “No fue un intento de robo al voleo. Los delincuentes sabían dónde iban. Tenemos una filmación que registró el momento en que los dos ladrones se bajan del auto y caminan hacia la casa de las víctimas. Evidentemente tenían cierta información. Lo que no sabían era que el dueño de casa estaba armado”, dijo a LA NACION una fuente de la investigación.
La causa está a cargo de los fiscales Claudio Oviedo y Marisa Monti. “A los peritos le costó mucho hacer el relevamiento de la escena del crimen por la cantidad de sangre que se encontraron”, agregaron las fuentes consultadas.
Si bien la calidad de las imágenes no habría permitido identificar la patente del vehículo usado por los ladrones, si pudo establecerse que el grupo agresor -los dos homicidas que ingresaron en el hogar de Izzo y, al menos, un cómplice que se quedó al volante del automóvil- no merodeó el barrio. Se detuvo específicamente delante de la casa que fue escenario del crimen.
Ese chalet no cuenta con rejas y los delincuentes forzaron una de las persianas para ingresar. Los investigadores esperan contar con los testimonios de la mujer herida y de los familiares y allegados a las víctimas para determinar si los delincuentes podían contar con algún dato sobre movimiento de dinero. Por el momento, descartar la posibilidad de un robo “al voleo”.
De todas maneras, la zona donde se cometió el crimen es golpeada en forma permanente por el delito. Así lo explicó Leonardo, un vecino de las víctimas, en diálogo con LN+: “San Antonio de Padua está cada vez peor. La inseguridad es insoportables. Hay robos a cualquier hora”. Muchos fueron los vecinos que se acercaron al lugar de los hechos, consternados por la tragedia desatada por criminales contra una familia arraigada hace tiempo en San Antonio de Padua.
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