El trabajador petrolero acusado del femicidio de una joven estudiante universitaria fue condenado por un jurado popular en Cipoletti
Pablo Parra fue declarado culpable del homicidio de Agustina Fernández, la chica de 19 años hallada muerta el 2 de junio de 2022 en su casa de Río Negro
LA NACIONLuego de dos horas y media de deliberación, un jurado popular encontró culpable al trabajador petrolero Pablo Parra por el femicidio de la estudiante universitaria Agustina Fernández, ocurrido el 2 de julio de 2022 en Cipolletti. El monto de la pena se conocerá cuando se realice el denominado juicio de censura. Pero el delito por el que fue condenado tiene la pena única de prisión perpetua.
En la última etapa del juicio oral los integrantes del jurado popular concluyeron que el hombre de 37 años fue autor penalmente responsable del crimen de la estudiante de 19 años, asesinada a golpes en un complejo ubicado en la calle Confluencia al 1300, en aquella ciudad del Alto Valle de Río Negro.
“Nosotros, el jurado, encontramos al acusado Pablo Parra culpable por unanimidad como autor del delito de femicidio. Por haber sido cometido por un hombre hacia una mujer y mediar la violencia de género”, leyó la presidenta del jurado, pasadas las 18 del miércoles, al cabo de ocho audiencias de presentación de testigos –hubo más de un centenar de testimonios, incluido el de una expareja del procesado– y de pruebas científicas y documentales.
“No íbamos a dejar que esto avanzara. Se hizo justicia. Esto no queda acá; pedimos que avancemos como sociedad. Que la vida de Agus valga la pena”, dijo la madre de Agustina Fernández, Silvana Capello, tras la lectura del veredicto del jurado en el debate encabezado por el juez técnico Guillermo Baquero Lazcano. El miércoles, en la jornada de cierre del proceso, la mujer había mirado a los ojos al acusado y le había dicho: “A usted, señor Parra, Agustina le dice ‘no es no’”. La referencia era evidente: para la querella y para la acusación del Estado provincial, el trabajador petrolero mató a la joven porque ella lo había rechazado.
Durante los alegatos, la querella y la fiscalía subrayaron que se aprobó la acusación contra Parra, pese a que él manifestó que es inocente: “A pedido de mis abogados hablo ahora. Yo soy inocente y les voy a explicar por qué soy inocente. Entregué lo más importante, mi ADN. Agustina se defendió y esa es la prueba de mi inocencia”.
Pese a su insistencia, para el fiscal el hombre no aceptó la decisión de concluir la relación sentimental con Fernández y por este motivo la asesinó: “Estaba obsesionado con ella”, manifestaron las amigas de la estudiante. Una de ellas contó a la Justicia que en una ocasión Parra le había regalado a Agustina “un anillo de compromiso” y también había sacado pasajes para ir con ella a San Martín de los Andes, algo que hizo que la víctima le pusiera “un freno”.
El abogado querellante Santiago Márquez Gauna y el fiscal Martín Pezzetta sostuvieron que Parra fue el autor del ataque contra Agustina la noche del 2 de julio del 2022. Afirmaron que el acusado planificó una cortada para desviar la investigación y simuló que la joven había sido víctima de un robo, según informó el diario Río Negro.
Tras lo ocurrido, Emanuel Roa Moreno, el abogado de la familia de la víctima, sostuvo en declaraciones a Río Negro Radio: “Ahora queda la audiencia en la cual el juez le fijará la pena”, aunque reconoció que “quizás haya una instancia recursiva” en la que el condenado podría apelar la sentencia.
Además, señaló que esa condena “no es para toda la vida” y que “siempre va a tener una posibilidad finita de incumplimiento en la posibilidad de libertad condicional en determinado tiempo”.
El crimen
El crimen se produjo en el departamento que alquilaba Parra, ubicado en la planta baja del complejo ubicado en Confluencia al 1301 de Cipolletti. Agustina había llegado a la ciudad en marzo de 2022 desde Santa Rosa, La Pampa, para estudiar Medicina en la Universidad Nacional del Comahue. Vivía en el mismo complejo de departamentos.
La noche del 2 de julio de ese año aceptó el convite de Parra, que la había invitado a cenar a su departamento. Allí comenzó su agonía.
Parra dijo a la policía y a la Justicia que minutos antes de las 19.30 había salido para comprar cervezas y otros comestibles en un supermercado de la zona, y que luego de pasar brevemente por la casa de sus padres, regresó y encontró a la chica tirada en el piso, en medio de convulsiones. Tenía signos de un golpe fortísimo en la cabeza y una fractura en una mano. La chica fue trasladada al hospital Pedro Moguillansky, de Cipolletti, donde permaneció internada hasta su muerte, el 5 de julio de 2022.
Inicialmente, los investigadores sospecharon que Agustina había sido sorprendida por al menos un delincuente que había ingresado a robar en el complejo y que la había atacado a golpes para reducirla, tras lo cual se habría apropiado de algunos objetos de valor antes de escapar, entre ellos, el celular del dueño de casa y el de la víctima.
Pero el resultado de la autopsia, los hallazgos de los equipos de Policía Científica y el análisis de cientos de horas de grabaciones de cámaras de seguridad públicas y privadas imprimieron un súbito giro a la pesquisa: Parra pasó de ser testigo a único sospechoso. Lo detuvieron en diciembre de 2022.
El fiscal jefe Santiago Márquez Gauna y su par Martín Pezzetta sostuvieron en sus alegatos — que el detonante del ataque fue que Agustina había mantenido relaciones sexuales con un joven mozo de un bar en su monoambiente, a la tarde, horas antes del crimen. Y Parra lo habría escuchado, porque la chica había dejado la ventana de su departamento abierta. Y no pudo soportarlo, ya que la chica, hasta ese momento, había resistido sus intentos de entablar una relación sentimental estable.
En su alegato ante el jurado, según publicó el diario Río Negro, los fiscales enfatizaron que Parra planificó el femicidio y que para desviar la investigación simuló que Agustina había sido víctima de un ladrón que había entrado a robar justo cuando él había salido a hacer compras.
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