Detuvieron al camarista de Casación bonaerense Martín Ordoqui, acusado de integrar la banda del exjuez Melazo

Cinco horas después de que el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios de la Provincia de Buenos Aires lo destituyera de su cargo de camarista de la Casación provincial por haber dictado resoluciones contrarias al Derecho, el ahora exjuez Martín Ordoqui fue detenido, acusado de tráfico de influencias y asociación ilícita.

Al mediodía, Ordoqui perdió sus fueros. De inmediato, la fiscal platense Betina Lacki, que lo acusa de cobrar coimas para beneficiar con excarcelaciones a detenidos y de integrar “la banda del juez” César Melazo, una asociación ilícita junto con policías bonaerense, delincuentes comunes y barrabravas de Estudiantes que robaban dinero que guardaban testaferros de políticos provinciales, pidió su arresto, que esperaba concretar desde hace tres años.

Ordoqui había presentado un pedido de eximición de prisión ayer a la mañana, antes del veredicto del jury. Había adelantado que se presentaría a escuchar la sentencia. Pero no lo hizo, así que, una vez decretada la destitución, la fiscal Lacki requirió el allanamiento del domicilio y la detención, que se concretó a las 17.20 en la casa del exjuez, en City Bell. Lo indagará este martes a la mañana.

Además de la causa de “la banda del juez”, Lacki imputó a Ordoqui por formar parte de una asociación ilícita que, en complicidad con un grupo de abogados platenses, favorecía la situación de detenidos por diversos delitos a cambio de dinero. Es decir, tráfico de influencias.

Ordoqui se convirtió en el magistrado más importante en ser destituido en la historia penal bonaerense. Hasta ahora, ese sitial lo ocupaba Eugenio Alsina, que formó parte de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Lomas de Zamora.

El Jurado de Enjuiciamiento fue presidido por la ministra de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Hilda Kogan, y estuvo integrado por los abogados Juan Emilio Spinelli, Fulvio Germán Santarelli, Ricardo Arturo Fabris, Hugo Rubén Galderisi y Diego Paulo Isabella; el legislador Daniel Andrés Lipovetzky y las conjuezas Nidia Alicia Moirano, Abigail Gabriela Gómez, Gabriela Demaría y María Eugenia Brizzi.

Por unanimidad, destituyeron a Ordoqui y lo inhabilitaron para ejercer cargos judiciales. También comunicaron a Casación el fallo para que se ejecute la suspensión del pago del sueldo del ahora exjuez, que desde su suspensión en el cargo, hace tres años, tenía un embargo del 40% de su salario.

Hasta la sentencia de hoy contra el juez que integraba la Sala V del máximo tribunal penal provincial, Eugenio Alsina, que formaba parte de una de las salas de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Lomas de Zamora, era el único camarista echado de la Justicia bonaerense.

Hace seis días, el procurador ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense, Julio Conte Grand, había solicitado la destitución de Ordoqui por aquella acusación de que integraba una organización que, supuestamente, favorecía la situación de detenidos por diversos delitos, a cambio de dinero. Es decir, tráfico de influencias.

Ordoqui y su abogado, Alejandro Montone, presentaron sus argumentos y solicitaron la absolución. El juez, que hasta su suspensión preventiva integraba la Sala V de la Cámara de Casación bonaerense, se hizo cargo de la última parte del alegato de defensa y respondió las acusaciones que se hicieron por su actuación en el denominado caso Heine, en referencia a Juan Ariel Heine, un operador inmobiliario de San Vicente condenado por encabezar una banda que usurpaba terrenos.

Durante tres audiencias, los integrantes del Jurado de Enjuiciamiento, presidido por la jueza de la Suprema Corte Hilda Kogan, escucharon a los testigos y recibieron las pruebas presentadas por la defensa de Ordoqui y por el procurador Conte Grand. El martes pasado, después de escuchar los alegatos, el Jurado de Enjuiciamiento pasó a un cuarto intermedio hasta hoy, cuando dieron a conocer el veredicto.

Entre los testigos que expusieron en el jury de enjuiciamiento estuvo la fiscal Lacki, que lo procesó en dos causas: una, por “la banda del juez”; la otra, como responsable de integrar “una asociación cuya finalidad era mejorar la situación de personas sometidas a procesos penales”.

Los cargos del jury

El Jurado dio por acreditado que “el magistrado, entre 2017 y 2018, en el desarrollo de algunos legajos casatorios, actuó con parcialidad manifiesta en beneficio de un justiciable: Juan Ariel Heine”.

Coincidieron en que correspondía la destitución de Ordoqui por haber incurrido en incumplimiento de deberes del funcionario público, graves irregularidades en los procedimientos a su cargo, realización de actos de parcialidad manifiesta y defección de la buena conducta que exige la Constitución para el desempeño de la magistratura.

Señalaron que “al mismo tiempo, faltó al decoro y la dignidad de su función e incumplió los deberes inherentes a su cargo al brindar información interna y asesoramiento –al punto de redactar personalmente un escrito judicial para ser presentado en una causa sometida a su jurisdicción– a particulares, como Lidia María Perna y Heine”.

Perna afirmó en el debate que le entregó $30.000 a Ordoqui en el bar situado en Diagonal 74 y 19, del centro de La Plata. La testigo dijo que el ahora exjuez de Casación le había exigido esa suma en compensación por la quita del sueldo que sufrió su secretaria privada al ser suspendida por su presunta vinculación con el escándalo de las coimas que Heine, jefe de Perna y detenido por estafas, le habría pagado al juez para obtener la prisión domiciliaria.

El Jurado de Enjuiciamiento concluyó que “el magistrado acusado recibió dádivas por estas gestiones y solicitó dinero para quien oficiara como secretaria privada”.

María Eugenia Mercado, secretaria privada de Ordoqui, fue procesada con prisión preventiva por actuar como intermediaria entre el magistrado, Perna y Heine. Mercado, conocida por su perfil en redes sociales como “Euge la rubia”, actualmente cumple prisión domiciliaria.

Durante la investigación encarada por la fiscal Lacki, se determinó la existencia del delito de “tráfico de influencias” cometido por Ordoqui en la denominada “banda del juez Melazo”.

El otro juicio

Mientras, el Jurado de Enjuiciamiento daba a conocer el veredicto contra Ordoqui, en la sala de audiencias del Tribunal Oral N°2 se iniciaba el juicio oral contra los integrantes de la organización comandada por Melazo.

Rubén “Tucumano” Herrera, exjefe de la barra brava de Estudiantes y uno de los trece imputados en esta causa, fue condenado a cinco años de prisión al aceptar someterse a un juicio abreviado, en abril pasado. En dicho proceso admitió su responsabilidad en los hechos por los que fue acusado.

Herrera, también conocido como “El Bolichero”, era el socio comercial de Melazo y cuñado de Javier Ronco. A partir de la investigación encarada por la fiscal Lacki se habrían hallado indicios de que Ordoqui habría cobrado $500.000 para beneficiar con prisión domiciliaria y monitoreo con pulsera electrónica a Ronco, procesado como supuesto autor de los homicidios de Carlos Rodríguez y María Martini. Ordoqui le concedió ese beneficio el 8 de septiembre de 2015.

Una de las pruebas contra el camarista fue una serie de conversaciones entre Herrera y Ronco, quien le reclamaba que le consiguiera la excarcelación para poder volver a robar.

En la charla, Ronco le decía a Herrera que no alcanzaba con que le hubieran dado la prisión domiciliaria con el monitoreo de una tobillera electrónica, sino que le resultaba imprescindible estar en libertad para concretar más asaltos.

Según consta en el expediente, en dicha conversación Ronco le pedía a Herrera que “tocara” a dos magistrados porque con la gestión de Ordoqui no alcanzaba.

Antes de convertirse en juez, Ordoqui fue abogado de la Municipalidad de Quilmes. Representó en causas penales a Aníbal Fernández, cuando era intendente de ese distrito. Lo hizo, por ejemplo, en octubre de 1994, cuando el actual ministro de Seguridad de la Nación fue imputado por el juez Ariel González Eliçabe, quien ordenó su captura.

La llegada de Ordoqui a la Justicia fue como secretario de la Cámara de Casación Penal bonaerense. Luego, regresó a Quilmes, como juez de la Cámara de Apelaciones. En 2011, volvió a La Plata, pero como camarista del tribunal penal más importante de provincia.