Ordenaron que vuelva a la cárcel uno de los integrantes de "la banda del juez"

Enrique "Quique" Petrullo, acusado de integrar la banda comandada por el exjuez de Garantías de La Plata, César Melazo, deberá volver a la cárcel.

El presunto vendedor de influencias y gestor judicial había sido beneficiado con la prisión domiciliaria, en abril pasado, en una resolución dictada por el juez de la Cámara de Casación Penal bonaerense, Víctor Violini.

Dicho fallo fue redactado en el contexto del hábeas corpus colectivo presentado por los defensores oficiales de los 20 Departamentos Judiciales bonaerenses que solicitaron las morigeraciones de las prisiones preventivas y condenas para los procesados o sentenciados por delitos considerados leves, a raíz del riesgo de contagio del virus Covid-19 en un ambiente cerrado como la cárcel.

Actualmente, Petrullo está procesado por dos causas penales. En uno de los expedientes figura como acusado de ser el nexo entre la banda de barrabravas de Estudiantes de La Plata, policías bonaerenses y ladrones comunes, que supuestamente era comandada por el exjuez Melazo y que se dedicaba a asaltar a personajes vinculados con la política.

En un segundo expediente, Petrullo, figura como procesado en la misma causa que el juez de la Cámara de Casación, Martín Ordoqui, acusado del supuesto cobro de una coima para beneficiar con la prisión domiciliaria a un operador inmobiliario, que fue condenado a 14 años de prisión por estafas reiteradas.

Ordoqui, integrante del tribunal penal más importante de la provincia, está sometido a un juicio político por haber sido imputado en los mismos expedientes judiciales que Petrullo. Sus fueros como magistrado impidieron que fuera detenido como ocurrió con Petrullo.

Entre las pruebas que encontraron los investigadores judiciales para fundar el procesamiento contra Petrullo y que terminó con los las prisiones preventivas dictadas contra 14 imputados de integrar la banda del exjuez Melazo, los responsables de la pesquisa hallaron un curioso mensaje de Petrullo a Javier Ronco, uno de sus cómplices.

"No me voy a morir sin hacer un blindado", le había comentado Petrullo a Ronco, quien lo tenía agendado en su celular como ó al número de celular que tenía agendado como "Kike Petru Casación".

El 26 de mayo pasado, la Suprema Corte de Justicia bonaerensehabía revocado el fallo de la Cámara de Casación Penal que benefició al supuesto vendedor de influencias.

"Esta Corte debe recordar la doctrina del máximo tribunal federal que postula que el hábeas corpus y las demandas de amparo no autorizan a sustituir a los jueces propios de la causa en las decisiones que les incumben", expresó la resolución dictada por los ministros de la Suprema Corte bonaerense.

Con esta resolución, el máximo tribunal bonaerense aceptó el recurso de inaplicabilidad de la ley presentado por la fiscal adjunta ante la Cámara de Casación, Alejandra Moretti, contra la decisión del camarista Violini de conceder el beneficio de la prisión domiciliaria para Petrullo, quien estaba preso en la cárcel de Ezeiza del Servicio Penitenciario Federal (SPF).

Al conceder la prisión domiciliaria a Petrullo, Violini aceptó como válido el informe del médico particular del imputado y desestimó las conclusiones de los médicos que revisaron al acusado en la cárcel de Ezeiza, que sostuvieron que el acusado no sufría ninguna enfermedad crónica que permitiera incluirlo en los denominados grupos de riesgo de contagio.

Entre la resolución de la Suprema Corte bonaerense y el fallo dictado en los últimos días por el juez de Garantías de La Plata, Guillermo Federico Atencio, hizo efectiva la orden del máximo tribunal provincial, Petrullo cambió de abogado y se presentaron una serie de recursos, que dilataron el cumplimiento de la decisión de la Corte.

Pero, en los últimos días, el juez Atencio, que tiene una de las causas judiciales contra el vendedor de influencias, dispuso que Petrullo, vuelva a ser alojado en una cárcel federal.