Quilmes: el abogado del herrero Jorge Ríos puso en duda si el jubilado disparó en la calle
LA NACION
El momento de la muerte del ladrón, con el herrero jubilado de pie, a su lado, en Quilmes
"¿Ustedes ven el fogonazo? ¿Se ve el arma?", preguntó el abogado de Jorge Ríos, el jubilado acusado de matar a uno de los ladrones que lo robó y golpeó en Quilmes, a los periodistas que lo entrevistaban y que le hacían referencia a las imágenes de los últimos momentos con vida del delincuente. El letrado Hugo Icazati dijo que será fundamental el resultado de la autopsia para cotejar si el hombre recibió un tiro a quemarropas y si fue en la calle, donde murió. "Hoy estamos ante una legítima defensa", agregó el abogado.
"No se ven ni el fogonazo ni el arma, por lo que va a quedar librado a la pericia. De haber recibido un disparo a menos de 50 centímetros tendría que haber quedado una quemadura en el cuerpo", indicó el abogado de Ríos en diálogo con el canal de noticias TN. Y prosiguió: "Hay que esperar el resultado de la autopsia para comprobar si hubo un disparo o no y si fue a quemarropa".
Respecto de su defendido, Icazati dijo que Ríos "no recuerda cuándo le disparó" y que lo hizo entre tres y cuatro oportunidades. "Como había estado forcejeando con los delincuentes para sacarle el arma lo tiraron al piso, contra un cantero. Hay que ver con la autopsia qué se dice de los ángulos de ingreso y salida de la munición, si fue de arriba hacia abajo o viceversa", agregó el abogado que indicó que para él "hoy estamos ante una legítima defensa".
De acuerdo a los resultados preliminares de la autopsia del cuerpo de Franco Martín Moreyra, el ladrón muerto, se determinó que recibió dos balazos, uno en el tórax y otro en la región abdominal. Los forenses de la morgue de Ezpeleta le informaron al fiscal de la causa, Ariel Rivas, que el primer balazo ingresó en el tórax en la línea media axilar, a nivel del sexto espacio intercostal izquierdo, cruzó la quinta vértebra dorsal y se alojó en el hombro derecho.
El segundo proyectil -que causó el deceso- ingresó en la zona abdominal por la fosa ilíaca derecha, pasó por el retroperitoneo y rompió la arteria aorta y la vena cava, lo que provocó una hemorragia abdominal y el shock hipovolémico.
