Reglamentaron el uso de las pistolas de descarga eléctrica en fuerzas federales
Mediante una resolución del Ministerio de Seguridad de la Nación se reglamentó ayer el uso de las pistolas eléctricas, conocidas popularmente como Taser, al tomarse como genérico el nombre de una de las empresas que fabrican estas armas, que activan una descarga eléctrica de 400 voltios que incapacita a potenciales agresores. Esas pistolas formarán parte del arsenal de las fuerzas de seguridad federales y se estima que se incorporarán unas 300 unidades en los próximos dos meses. La compra de esos equipos a nivel nacional se encuentra aún en el proceso de licitación, pero ayer el tema nuevamente generó un debate al publicarse en el Boletín Oficial el protocolo de utilización.
"La incorporación de armas de uso no letal permitirá abordar situaciones operacionales en las que resulte necesaria la utilización de la fuerza sin el empleo de armas de fuego, siendo un medio intermedio para ejercer un uso racional y gradual de la fuerza ante situaciones de enfrentamientos con personas violentas o amenazantes, brindando a las fuerzas una opción táctica adicional en reemplazo de las armas de fuego", se indicó en la resolución firmada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La funcionaria nacional se interiorizó del uso de esas armas por parte de las fuerzas de seguridad británicas durante su viaje a Londres, en marzo pasado. En la resolución del Ministerio de Seguridad se consignaron 50 países que utilizan esos dispositivos que dan a los policías un recurso intermedio entre el bastón y el arma de fuego. En esa lista se incluyó, entre otras naciones, a Estados Unidos, Australia, Japón, Italia, Canadá, Portugal, Reino Unido, Chile, Brasil y Bolivia. Los críticos de esas armas de descarga eléctrica hacen referencia a muertes causadas por las descargas, especialmente en los Estados Unidos, donde la agencia Reuters reportó la muerte de mil personas entre 2000 y 2017.
Bullrich aseguró ayer que estará garantizado "el uso racional" de esas herramientas policiales y explicó que "nadie usará esas pistolas sin una capacitación previa".
"La sociedad debe comprender que estamos generando una herramienta intermedia, que aporta seguridad con mucha más precaución", explicó la funcionaria nacional. Y señaló los lugares de posible utilización de ese recurso de control policial. "En principio serán utilizadas en aeropuertos y ferrocarriles, que son lugares con gran afluencia de público y donde en general hay situaciones de violencia que requieren del uso de un arma no letal. Hoy en esos lugares las fuerzas de seguridad portan armas letales", dijo Bullrich en declaraciones a TN.
El posible uso de armas de descarga eléctrica en la Argentina provocó fuertes debates públicos desde 2010, cuando fue propuesta esa alternativa por la entonces Policía Metropolitana, conducida en ese momento por el hoy secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco. La Policía de la Ciudad avanza también en la compra de esos elementos, según confirmaron funcionarios porteños. La polémica en la Ciudad quedó resuelta por un fallo del Tribunal Superior de Justicia, que en 2015 rechazó un pedido de amparo que buscaba frenar posibles adquisiciones de armas con descargas eléctricas. La Corte Suprema rechazó luego un recurso de queja contra ese fallo.
La compra inicial de esas armas en 2010 había quedado bloqueada por un fallo de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, situación que fue destrabada por el Tribunal Superior. De todas maneras, en 2015 se había apagado el interés político del uso de las pistolas eléctricas en la ciudad. Con el debate reiniciado por la propuesta de Bullrich, aquel fallo cobra una importancia singular.
Luis Lozano fue uno de los magistrados que votaron en favor de revertir el amparo contra la compra entonces de las Taser. En su voto señaló: "El argumento de que el arma podría tener efectos letales no basta para generar hoy la discusión judicial en torno a la validez de su uso. Obsérvese que la sola existencia de un protocolo que admitiera su uso exclusivo en aquellos casos en que la utilización de la fuerza letal esté también autorizada eliminaría la discusión en torno a la Taser".
Ese punto hoy es central en el nuevo tiempo de las armas eléctricas. El fallo del Tribunal Superior fue consignado en la resolución firmada por Bullrich y de inmediato aparece la reglamentación de uso, tal como reclamaba el voto de ese magistrado porteño.
"Cualquier cosa mal usada se puede convertir en un arma mortal, incluso un palo de amasar. Entonces, la buena utilización de esta herramienta es lo que garantiza que no sea letal, y para eso se dictó el reglamento que presentamos hoy, que determina bajo qué circunstancias puede usarse esa pistola", comentó el jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Gerardo Milman, en una conversación con LN +.
Por su parte, Burzaco aclaró: "Una de las grandes ventajas de estas armas es que, a diferencia de las pistolas de fuego, no genera efectos sobre terceros que no estén involucrados en la acción. En un lugar de alta concentración de personas, el uso de un arma reglamentaria es muy peligroso".
Córdoba tiene tres unidades desde 2006
La polémica local por el uso de las llamadas pistolas Taser se inició en 2010 con la propuesta de la por entonces recientemente creada Policía Metropolitana, que buscó incorporar a su arsenal las armas basadas en la descarga eléctrica que inmoviliza a los sospechosos. Sin embargo, no había sido ese el primer caso de potencial utilización de esas pistolas en la Argentina. En 2006 fueron adquiridas tres armas de esas características que están desde ese momento en manos de la fuerza especial de operaciones de Córdoba, el grupo llamado Eter. Las autoridades cordobesas repitieron en estos últimos años que esas pistolas no fueron aún utilizadas. Los funcionarios cordobeses que se ocuparon de la seguridad desde entonces aseguraron que no tenían prevista la compra de otras unidades, más allá de esas tres que habían sido adquiridas como material de prueba y que pasaron a formar parte de los recursos del grupo táctico. Ahora la Ciudad y la provincia de Buenos Aires también avanzan con la compra de esas pistolas electrónicas. La policía porteña espera contar con un máximo de 80 unidades, mientras que la bonaerense limitaría su uso solo al grupo Halcón.
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