Sorpresa en el ambiente aéreo por el caso del piloto drogado

El informe técnico sobre el accidente en las cercanías del aeropuerto de Carmelo, Uruguay, causó sorpresa y estupor en el ambiente aeronáutico argentino. Varias fuentes consultadas -peritos, aviadores civiles y militares- coinciden en señalar que es la primera vez que peritos de un accidente descubren rastros de consumo de droga en el cuerpo de un piloto fallecido y que consideran eso como una de las principales causas en la cadena de eventos que provocó la tragedia el 27 de mayo de 2014.

Como publicó LA NACION ayer, los investigadores uruguayos se apoyaron en la autopsia del piloto Leandro Larriera, efectuada por el Departamento de Química y Toxicología de los Servicios Periciales del Instituto Técnico Forense de Montevideo, que afirmó: "Desconociéndose si el consumo es único o habitual, la dosis y la vía de administración utilizadas, se sugiere que el piloto al mando consumió cocaína en las 24 horas anteriores a su fallecimiento. Se desconoce si la última dosis de cocaína fue con alcohol, pero sí ha existido un consumo simultáneo de alcohol y cocaína".

La Comisión Investigadora de Accidentes e Incidentes de Aviación, de la fuerza aérea de Uruguay, especificó que ese estado de consumo incidió en que el piloto tomara una serie de decisiones equivocadas. A criterio de los peritos, la causa probable del accidente fue la "pérdida de conciencia situacional por deficiente percepción del peligro y evaluación del riesgo, lo que lo llevó a tener un impacto" contra la superficie, en el islote El Matón, 10 kilómetros al sudeste de Carmelo.

En ese accidente murieron Larriera y cuatro de los ocho pasajeros del Beechcraft B200 matrícula LV-CNT, que había despegado de San Fernando y se enfrentó con una cerrada niebla en la zona de aterrizaje.

En las conclusiones del informe uruguayo se solicitó a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) un refuerzo en los controles sobre consumo de sustancias psicoactivas por parte de los pilotos.

Fuentes de la ANAC indicaron que los chequeos a los aviadores "son muy rigurosos" y que dependiendo de la edad del piloto y de su calificación de vuelo los exámenes físicos y técnicos se realizan cada seis meses o un año.

"Integramos la profesión más auditada y es la primera vez que se conoce aquí un informe de accidente en el que se apunta al consumo de drogas como factor desencadenante de un accidente", argumentó sorprendido un miembro de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas.

En el momento de hacer obligatorios estudios físicos en el Instituto Nacional de Medicina Aeronáutica y Espacial (Inmae), los aviadores firman una declaración jurada en la que aseguran no consumir sustancias ilegales y dan consentimiento para un análisis. En el caso de Larriera, su último chequeo había sido en agosto de 2013, dentro del tiempo regulado para su brevet de vuelo.

En la ANAC recordaron que incluso los conductores de trenes se hacen controles de consumo de sustancias psicoactivas en el Inmae desde 2013, después de una serie de accidentes en el ramal Sarmiento.

En el ambiente aeronáutico consideran que hay alertas que permiten apartar a pilotos inseguros. "En una línea aérea el jefe de pilotos sabe cuando a uno de sus pilotos le pasa algo, si dejó de fumar, si se peleó con la mujer, si tiene cualquier problema. En esos casos, el gerente de línea y el jefe de pilotos, en una empresa seria, saben que a ese hombre no lo dejarán subir a un avión", explicó el aviador y cineasta Jorge Piñeyro.

Y agregó: "Cada seis meses los pilotos van a simulador. Si un hombre tenía desempeños óptimos y eso varió, ahí hay una señal de alerta de que a ese piloto le está pasando algo".

Piñeyro consideró que no puede hacerse un test de consumo cada vez que un piloto sube al avión, pero que el Estado sí debe "ser inflexible" para controlar a las empresas. También, que debe revisar la situación de los taxis aéreos y, en especial, los aviones privados afectados a taxi aéreo.

Para el experimentado piloto Jorge Polanco, "el mismo sistema expulsa" a quien no cumple reglas de seguridad. "En el momento en que te subís a una cabina, si tu colega ve que no estás en condiciones, te lo dice", señaló. Otros consideran positivo un aumento de chequeos. "Estaría bien que haya controles al azar, sería una muy buena herramienta para prevenir accidentes", dijo a LA NACION Matías Miret.

Todos los aviadores coinciden en que la droga "cruza toda la sociedad", por lo que pueden darse casos de consumo en pilotos, aun cuando los chequeos son constantes.

Eso quedó en evidencia en 1981 en los Estados Unidos. Representantes del Instituto sobre Abuso de Drogas del Departamento de Salud norteamericano comentaron en Buenos Aires, en noviembre pasado, el accidente ocurrido ese año en un portaaviones cuando un avión se estrelló al aterrizar, mató a 14 personas y ocasionó daños por más de 200 millones de dólares. La autopsia reveló que el piloto había consumido marihuana. Tras eso, aumentaron los controles.

Qué dice el informe de la investigación

Consumo de drogas

"El piloto inició el vuelo bajo los efectos de sustancias prohibidas, que afectan directamente el juicio profesional para una adecuada toma de decisiones, así como su capacidad para percibir peligros y evaluar riesgos"

Causas del accidente

"Los factores humanos y operacionales tuvieron una incidencia directa en el desarrollo del accidente, donde la complacencia y el exceso de confianza jugaron un rol importante, motivados a su vez por la ingesta de sustancias prohibidas antes del vuelo por parte del piloto al mando"

Error ante la niebla

Se consignó en el informe que el piloto Leandro Larriera tuvo una "falla en la toma de decisión al no regresar al aeródromo de partida o a la alternativa, ante la presencia de condiciones meteorológicas adversas en el aeródromo de destino". Se agregó como otra equivocación el "continuar intencionalmente una aproximación (visual) al aeródromo de destino, cuyas condiciones meteorológicas eran marginales, no respetando altitudes mínimas de operación"

Problemas previos

"Desde septiembre de 2013 se apreció un cambio notorio en el piloto en la manera de confeccionar el Libro de Vuelo. Se empiezan a omitir detalles, se pierde la prolijidad del llenado"

El avión

"La aeronave se encontraba con su Certificado de Aeronavegabilidad vigente. No se encontró ningún vestigio de falla de la célula o de mal funcionamiento de los sistemas antes del accidente"

Del editor: qué significa.