"Zapatos blancos": traficaban cocaína ocultas en suelas de calzado

Todo comenzó con una denuncia de vecinos de la denominada villa Betharram, en Burzaco, en el partido de Almirante Brown , cansados de la violencia y la actividad narco de una familia que vendía droga al menudeo. Después de 18 meses de investigación no solo se logró desbaratar al clan familiar que operaba en la zona, sino también se descubrió a los proveedores de la cocaína y la metodología para ingresarla en la Argentina: ocultas en una doble suela de zapatos que traían las "mulas" de la organización en ómnibus desde Salta.

Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales y policiales.La investigación, bautizada "Zapatos blancos", está a cargo del juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena. El magistrado cuenta con la colaboración de detectives de la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad. En las últimas horas hubo una serie de allanamientos donde se detuvo a 12 sospechosos y se secuestraron casi 30 kilos de cocaína.

Entre los 12 detenidos hay un integrante de la policía bonaerense que le brindaba protección a la organización criminal.

La banda que se dedicaba al comercio al menudeo en la villa Betharram estaba liderada por una mujer de 60 años, sus tres hijas y sus yernos. Uno de sus proveedores estaba asentado en la Villa 31 , en Retiro, y el otro en Bernal, en Quilmes.

"Las 'mulas' viajaban desde Salta en ómnibus hasta la Terminal de Retiro. La cocaína, sospechamos, siempre la ocultaban en las suelas de zapatos de mujeres", afirmó un detective judicial. El calzado utilizado son las denominadas "panchas" con plataforma.

El informante agregó que las "mulas" generalmente viajaban en los ómnibus con sus hijos menores de edad. Se sospecha que el país de origen de la droga era Bolivia.

Según fuentes de la Policía de la Ciudad, el clan familiar se dividía los días de la semana para que cada uno de los integrantes se ocupara de la venta al menudeo

"Utilizaban los menores para despejar cualquier sospecha", afirmó el comisionado Miguel Fornado, jefe de la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad, durante una conferencia de prensa.

Una de las hijas de la presunta líder de la banda está prófuga. Fue identificada por fuentes judiciales como Jacqueline Sabrina Jara.

"En una visita de la gobernadora María Eugenia Vidal a la villa Betharram, Jacqueline Jara le exigió que tomara urgentes medidas para combatir la inseguridad. Justo ella que está acusada de ser integrante de una banda narco violenta", afirmó a LA NACIÓN una fuente judicial.

Según fuentes de la Policía de la Ciudad, el clan familiar se dividía los días de la semana para que cada uno de los integrantes se ocupara de la venta al menudeo.

"Se pudo avanzar en la investigación después de obtener los números de teléfonos que utilizaban algunos de los integrantes de la banda. Se intervinieron las líneas telefónicas y en una comunicación se advirtió que estaba por llegar una mula desde Salta", afirmó un investigador del caso.

Las fuentes consultadas agregaron que se hizo un seguimiento y se esperó el arribo de otra "mula" de la banda a la terminal de Retiro. En los diferentes allanamientos se secuestraron 18 pares de zapatos con cocaína. En el calzado se logró ocultar seis kilos y medio de droga.

"La droga se traía a la Villa 31 y después se distribuía a diferentes lugares", afirmó el secretario de Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro.

Además de los casi 30 kilos de cocaína, la Policía de la Ciudad secuestró 60 teléfonos celulares, balanzas de precisión, netbooks, notebooks, tablets, pendrives, dos pistolas con municiones, una camioneta utilitaria y un taxi, 1000 dólares y 272.000 pesos en billetes de baja denominación.