
Asesinaron a un periodista en el Chubut
Dirigía un semanario; la policía cree que fue un crimen mafioso.
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El periodista Ricardo Gangeme, director de un semanario del Chubut, fue asesinado en la madrugada de ayer por un desconocido que, tras dispararle un balazo en la cabeza, logró huir, en pleno centro de la ciudad de Trelew.
La víctima, de 56 años, tenía en su poder cheques y más de 1500 pesos en efectivo, por lo que los investigadores del crimen descartan que haya sido un robo y calificaron el hecho como "una venganza relacionada con lo que Gangeme escribía".
Desde diciembre último, Gangeme era dueño y director de El Informador Chubutense, un periódico que salía los sábados, con una tirada de 2000 ejemplares, famoso por sus denuncias de alto voltaje, en las que involucraba a empresarios y políticos de la provincia.
El crimen contra Gangeme -ex director de Crónica y del diario Jornada, de Trelew- es el ataque más grave contra un periodista en la Argentina desde el homicidio del fotógrafo de la revista Noticias José Luis Cabezas, ocurrido en General Madariaga el 25 de enero de 1997.
El presidente Carlos Menem, el ministro del Interior, Carlos Corach, y las autoridades provinciales de Chubut condenaron el asesinato y prometieron impulsar una investigación rigurosa. También hubo un duro rechazo de las entidades periodísticas nacionales y americanas.
Hasta ayer no había pistas firmes sobre los autores del crimen. Durante el día fueron demorados dos jóvenes, pero el juez de la causa, Omar Florencio Minatta, los liberó tras interrogarlos.
En Trelew, la opinión pública apuntó sus sospechas hacia el empresario Héctor Fernandes, que fue involucrado en casos de corrupción en notas de los últimos cuatro números de El Informador Chubutense y a quien Gangeme denunció el último fin de semana por una supuesta amenaza de muerte.
Fernandes aseguró ser inocente en una conversación con La Nación . Poco después, el juez revisó su casa en busca de evidencias (ver página 10).
El crimen conmovió a Trelew, que vivió una jornada atípica, cargada de rumores, sospechas y muestras de indignación que se tradujeron en una multitudinaria marcha de condena en la plaza Independencia, centro neurálgico de la ciudad.
Desconcierto
El cadáver de Gangeme fue hallado por un policía que escuchó el disparo, pasada la 1.30 de ayer. Estaba dentro de su automóvil Chevrolet Vectra blanco, con la ventanilla del conductor baja, mal estacionado en la puerta de su departamento, en un edificio de Mitre y San Martín, a una cuadra y media de la comisaría 1a. de Trelew.
Sangraba por la cabeza y aún respiraba. Murió antes de llegar al hospital donde iban a asistirlo.
El juez Minatta confirmó que el periodista fue asesinado de un tiro de calibre 38. "Le apoyaron el revólver en la sien izquierda y dispararon", indicó. También señaló que el crimen fue cometido por una sola persona, que huyó corriendo.
En su última noche, Gangeme había ido a una cena organizada por la Asociación Mutual de Empleados Provinciales, que inauguraba un quincho en la ciudad de Rawson. El periodista fue con el fotógrafo de su semanario, Daniel Morales. Volvieron poco después de la medianoche.
Antes de pasar por su casa, la víctima paró en el bar Excedra, donde se encontró con unos amigos. Enfrente de ese local hay otro bar, Vittorio. Allí se había cruzado el sábado último con el empresario Fernandes, un viejo amigo suyo de quien luego se distanció. Discutieron y Gangeme luego denunció amenazas en la comisaría 1a. Según sus dichos, Fernandes le gritó: "Sos boleta".
Después de la 1.25, el periodista marchó hacia su casa, a dos cuadras del bar. Fuentes policiales informaron que hay al menos tres testigos del hecho -un taxista, un diariero y otro comerciante- que vieron correr a un joven con remera roja y zapatillas tras el disparo.
Sobre la base de esos testimonios, el juez Minatta ordenó detener a dos jóvenes: Mauro Espiasse y César Vázquez. Pero fueron liberados horas después, a pesar de que uno de ellos tenía en su poder un papel con la dirección y el teléfono del semanario de Gangeme.
Luego, el magistrado visitó las oficinas deEl Informador Chubutense y, más tarde, por pedido del abogado de Gangeme, revisó la vivienda de la avenida Roca 134, donde vive Fernandes.
En el semanario, los empleados entregaron a Minatta todos los ejemplares de El Informador Chubutense, incluido el último, que debía salir mañana. Esa edición, que contiene los últimos textos escritos por Gangeme, será publicada hoy como un homenaje a la víctima.
"El diario no dio indicios, son todas conjeturas", dijo Minatta al referirse a Fernandes y no arriesgó ninguna hipótesis.
Cuatro décadas en los medios
Gangeme empezó en el periodismo en el semanario Que, en los años cincuenta, y llegó a dirigir las ediciones vespertinas del diario Crónica, entre 1972 y 1988.
Llegó a Chubut de la mano del empresario Carlos Spadone, que lo contrató para dirigir el matutino Jornada, de Trelew, en 1992. Duró en ese puesto hasta marzo del año último.
Tras pasar unos meses en Buenos Aires, Gangeme fundó El Informador Chubutense, un semanario sensacionalista que causó revuelo en la comunidad provincial.
"Los últimos cuatro números estuvieron dedicados a Fernandes. Pero no era el único al que denunciábamos. Por eso, Ricardo (por Gangeme) recibió infinidad de amenazas", relató Víctor Hugo Lauzi, uno de los dos redactores que acompañaban a la víctima en la publicación.
La lista de enemigos que hizo Gangeme en Chubut es interminable, según aseguraron decenas de fuentes consultadas en los medios provinciales. Ya desde la época en que dirigía Jornada era famoso por el tenor de sus denuncias, muchas veces relacionadas con la vida privada de personajes públicos.
En la edición del sábado último, El Informador Chubutense tituló: "Procesaron a Fernandes". Y en un amplio despliegue desarrollaba un presunto fallo judicial contra el empresario en una causa por lesiones.
En los números anteriores denunciaba que en una contratación con la cooperativa de energía provincial Fernandes vendió materiales por ocho millones de pesos y cobró un sobreprecio de hasta el 2458 por ciento.
El empresario -dueño de una constructora y de una productora de TV- negó esas acusaciones, que motivaron la discusión con Gangeme, el último sábado, cuando se cruzaron accidentalmente.
"Por ahora no queremos acusar a nadie. No tenemos pruebas. Sólo sabemos que el asesinato tuvo que ver con el trabajo de Gangeme", expresó anoche Luis López Salaberry, abogado de la familia del periodista.
Las autoridades provinciales coincidieron en que el móvil del crimen fue una venganza. "Todo hace pensar que fue un crimen por mandato", afirmó el ministro de Gobierno y Justicia de Chubut, José Luis Lizurume.
El funcionario informó que en otras oportunidades se le había ofrecido custodia policial a Gangeme, pero que éste nunca la aceptó. Sus compañeros del semanario solicitaron ayer ese beneficio, que les fue concedido.
El gobernador Carlos Maestro opinó: "El crimen no tiene ninguna connotación política. Es simple; en esta provincia somos pocos y nos conocemos mucho". Pero señaló que el móvil del crimen "podría estar vinculado" con la actividad profesional de la víctima.
El cuerpo de Gangeme fue liberado por el juez anoche y rápidamente fue trasladado hacia Buenos Aires, donde vive su familia. Dos de sus tres hijos, Pablo y Estela Maris, estuvieron en Trelew. "Para que este país esté mejor es necesario que no se olviden de este crimen", dijeron en una conferencia de prensa convocada en la redacción de El Informador Chubutense.


