
Atrapan a dos menores por el crimen de un arquitecto
La policía los detuvo en un inquilinato de Fitz Roy al 1500.
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Dos menores, de 15 y 17 años, fueron detenidos ayer en un inquilinato de Palermo Viejo acusados de asesinar al arquitecto Félix Miranda, hace una semana, frente a su familia en su departamento situado cerca del Jardín Zoológico, cuando lo estaban asaltando.
Los dos jóvenes fueron reconocidos anoche por tres testigos como los presuntos asesinos del profesional. El que disparó, de acuerdo con fuentes allegadas a la jueza de instrucción María Cristina Bértola, sería el detenido de 15 años. Además, la Policía Federal obtuvo numerosas evidencias que los relacionan con el homicidio.
Fuentes policiales dijeron a La Nación que los detenidos son los autores, además, de otros robos a mano armada cometidos en el barrio. "Uno de ellos tuvo gran resonancia", advirtió uno de los pesquisas.
Con el bufoso en la mano
"Ese es el que tenía el bufoso, el que tiró. Se llama Matías y tiene 15 años."
Sentado en el asiento delantero de un móvil policial, el sargento volvió a hablar. Se dirigía al cronista de La Nación , aunque miraba hacia adelante. Agregó, siempre hablando por el costado de la boca: "Se le salió una zapatilla cuando mató al arquitecto. La que se encontró aquí es igual a ésa".
Esposado y con la cabeza cubierta por un suéter, el que había sido detenido fue introducido en un patrullero que partió a toda velocidad.
En un procedimiento realizado en forma conjunta por las comisarías 23a. y 25a. -conducido por sus titulares, Roberto Sidorenko y Natalio Serén, respectivamente- y la División Homicidios fueron detenidos 14 individuos en dos viviendas situadas al 1500 y al 1700 de la calle Fitz Roy, en Palermo Viejo. A unas 15 cuadras de la escena del crimen.
En el lugar, la policía encontró, además del par de la zapatilla deportiva que perdió el asesino cerca de la casa del arquitecto Miranda, un reloj pulsera robado al hijo del profesional, cuando fue asaltado en su casa de Cabello al 3900.
El viernes último, cuatro adolescentes ingresaron en el departamento de Miranda luego de apuntar con un arma a su hijo mayor y obligarlo a abrirles. Cuando éste les entregaba una suma de dinero, su padre apareció y recibió un disparo a quemarropa. Murió instantáneamente.
La jueza Bértola ordenó la diligencia policial, con especial pedido de "detener a jóvenes que estén entre los 10 y los 20 años de edad".
El procedimiento -al que se sumaron móviles de las comisarías 11a. y 35a.- se prolongó desde las 8 hasta el mediodía de ayer, primero en el 1715 de Fitz Roy y luego en el 1580 de la misma arteria. Los jóvenes fueron detenidos en la última vivienda.
Se trata de una casa de dos plantas, algo ruinosa, con la placa de la numeración borrada. Un inquilinato donde vive una decena de personas.
Los vecinos coincidieron en señalar la permanente reunión de muchachones en la puerta, hasta altas horas de la noche, y vincularon esto con el comercio de drogas que se realizaría allí "desde hace por lo menos un año y medio".
Una mujer que dijo llamarse Gloria, con marcado acento español, contó que hace poco, como a la medianoche, en esa vereda "una chica fue violada" y que "siempre se habló de esta gente como responsable de eso, de la venta de droga y de robos en el barrio".
Se supo que la casa es habitada por unas tres familias, que contarían con un contrato de alquiler apócrifo, según dijo un jefe policial a La Nación .
Los uniformados se incautaron en ella de algunas armas, gran cantidad de proyectiles de los calibres 9 y 38 (de éste fueron los que impactaron en el cuerpo del arquitecto asesinado), marihuana, aunque no en gran cantidad, junto con ropa y objetos robados.
No apareció allí el arma asesina.
En el frente de la casa fue requisado un viejo Renault 6, con las puertas abiertas, que aparentemente era conducido por alguno de los moradores. En su luneta trasera hay un adhesivo que dice: "En caso de emergencia, llame al teléfono...".
Reconocimientos positivos
Los 14 detenidos en el procedimiento fueron conducidos luego a Tribunales. Allí, a partir de las 16.30, los menores sospechosos fueron sometidos a varias ruedas de reconocimiento.
En ellas, dos de los presos, de 17 y 15 años, fueron señalados como los delincuentes que asaltaron y mataron a Miranda. El hijo del arquitecto, el portero del edificio y un taxista identificaron a los adolescentes, según trascendió. Otros dos testigos no pudieron afirmar con certeza que se tratara de los asesinos.
Además, sus rasgos coinciden con los identikits que realizó la policía con las descripciones de los asesinos que brindaron los testigos.
Otros dos menores y un mayor fueron liberados anoche, tras los reconocimientos.
El taxista que se presentó a declarar fue una de las piezas clave para que los detectives pudieran esclarecer el homicidio.
El chofer había llevado a los menores desde las cercanías del lugar del crimen hasta el inquilinato de la calle Fitz Roy, donde fueron detenidos.
Aún hay dos delincuentes prófugos que intervinieron en la muerte del arquitecto, aunque investigadores policiales dijeron a La Nación que ambos están identificados y que estaban aguardando instrucciones para detenerlos. Confían en que podrán hallar el arma homicida.
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