"Cami tiene dos años y cinco meses de no vida"

Día tras día visita a su hija, le cambia la ropa, la acaricia y le jura que seguirá luchando. Selva Herbón, que pide una muerte digna para su hija, es la madre de Camila, la beba que desde hace dos años y cinco meses permanece internada en el Centro Gallego, en estado vegetativo permanente e irreversible.

Ayer, temprano, Herbón estuvo en la Legislatura porteña y, por la tarde, concurrió al Senado de la Nación para presenciar la reunión de legisladores en la que comenzó a debatirse el tema tendiente a que sea tratado en el recinto. Esa ley permitiría que a su pequeña hija le retiren el soporte vital al que permanece conectada, por el cual hoy respira y se alimenta.

"Cami cumplió dos años y cinco meses de no vida, porque ella no hace absolutamente nada de lo que puede hacer cualquier otro bebito. Cami no sonríe, no adquiere ningún tipo de conocimiento a medida que crece, no juega, no llora. Para nosotros, el dolor es cada día más grande", dijo Selva Herbón en diálogo con La Nacion.

Según confió esta mujer, de 37 años, docente y madre de otra niña, Valentina, de 8 años, su familia está quebrada, pero no ha perdido las esperanzas. "Estamos con muchas expectativas y esperamos que la ley se sancione, no sólo por nuestra hija, sino por todos los pacientes que sufren esta situación y no tienen un marco legal que los ampare".

Al nacer, Camila sufrió una complicación en el parto y falta de oxígeno, lo que derivó en un paro cardiorrespiratorio. Después de permanecer 20 minutos bajo los efectos de distintas maniobras de reanimación, la beba logró sobrevivir pero, desde entonces, no es capaz de respirar ni de alimentarse por sus propios medios.