Crece el circuito sexual en Palermo: recolectan 1100 preservativos por día

Que el circuito de la prostitución haya sentado sus reales en la zona del Rosedal, en Palermo, no resulta novedoso. Pero que cada mañana se encuentre allí una gran cantidad de preservativos es una situación que ya alarma a los vecinos.

Según el gobierno porteño, la empresa concesionaria de la limpieza en el Rosedal (AESA) recoge un promedio de entre 1000 y 1100 profilácticos por día, utilizados por personas que frecuentan la renovada "zona roja" y también por aquellas parejas que tienen sexo ocasional en el interior de los vehículos. Esto supone un dato curioso: al menos 8000 personas concurren allí por semana para tener relaciones sexuales.

Según los vecinos consultados por LA NACION, desde la madrugada el escenario que se advierte es caótico en el Rosedal: los preservativos que penden de los árboles como si se tratase de adornos navideños y otros tantos quedan sobre el césped y las calles. Esto motivó la acción de las autoridades porteñas: la semana última se reforzaron los servicios de limpieza, con operarios que realizan un rastrillaje en el lugar y camiones hidrantes que asean la zona.

El objetivo, lógico, apunta a que peatones y ciclistas que al día siguiente visitan los bosques de Palermo puedan practicar deportes o bien disfrutar en un lugar higiénico y que no resulte riesgoso para la salud de los chicos y los adultos.

"Las personas que tiran los preservativos y otros desechos en el parque después de practicar sexo tienen conductas desaprensivas, porque esto es muy peligroso para los niños que vienen al día siguiente. La empresa que limpia el lugar (AESA) encuentra entre 1000 y 1100 profilácticos cada día en la zona del Rosedal. La gente no toma conciencia de sus actos equivocados y hasta lo consideran una gracia", comentó a LA NACION Javier García Elorrio, director general del parque Tres de Febrero.

Cestos para profilácticos

Incluso, desde la dirección del parque se planea instalar cestos de residuos identificables (de color rojo) para que los visitantes nocturnos depositen allí los preservativos en lugar de arrojarlos en la vía pública. Según el relevamiento que realizaron los funcionarios porteños, los días sábado y domingo, por la mañana, se encuentran una gran cantidad de profilácticos en la zona, al igual que las mañanas posteriores a los feriados.

La queja de los vecinos de Palermo es muy frecuente. Están molestos, dicen, por la presencia de los travestis en El Rosedal (el circuito revela un promedio de 80 travestidos y prostitutas cada noche) y por las largas filas de automóviles que se forman después de las 18 en busca de sexo a cambio de dinero.

Eso sí; reconocen que desde que la zona roja se trasladó allí "hay más presencia policial en el lugar y el parque está mejor iluminado. Pero este lugar ahora se convirtió en un paseo turístico; hasta viene gente del interior del país para ver a los travestis", dijo a LA NACION Amelia de Artigas, que habitualmente camina por los bosques.

Ahora, el gobierno porteño estudia distintas campañas para que la concientización de los deberes y obligaciones de los ciudadanos no se trate sólo de una propuesta siempre inconclusa.

Por Pablo Tomino

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