
El Jardín Japonés despide el año con la ceremonia del Kiyome y el Toque de Campana
El evento convoca cada año a miles de visitantes a participar de una de las celebraciones más simbólicas de la cultura japonesa
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Este sábado y domingo 28 de diciembre, de 11 a 18, el Jardín Japonés será escenario del Kiyome-Purificación y Toque de Campana, la ceremonia ancestral con la que la cultura japonesa despide el año. Se trata de una de las celebraciones más simbólicas y trascendentes de su calendario, una experiencia de profunda carga espiritual que invita a los asistentes a “despojarse de toda negatividad y pedir deseos para el próximo año”.
El Kiyome es un ritual personal de introspección y confianza, cuyo objetivo es liberar cargas negativas y limpiar cuerpo, mente y alma. En Japón, estas ceremonias se realizan tradicionalmente en los templos y representan un momento de reflexión, agradecimiento por lo vivido y apertura hacia nuevas oportunidades. En el Jardín Japonés, la ceremonia se llevará a cabo en el sector del campanario. Ahí, los participantes seguirán los pasos del ritual, guiados por una persona especializada.

El ritual comienza cuando cada persona recibe un incienso encendido, que debe depositar en una paila sin apagarlo ni soplarlo. “Debe hacer una reverencia y luego colocar el incienso en la paila. Con sus manos acerca el humo hacia su cuerpo para purificarse”, explicaron desde el Jardín. Antes de retirarse, se realiza una nueva reverencia en señal de agradecimiento. El sonido del toque de la campana acompaña el cierre del ritual, como una forma de generar la energía necesaria para que los deseos sean escuchados.
La palabra Kiyome proviene del verbo kiyomeru, que significa limpiar, lavar o purificar. “Estas jornadas buscan simbolizar el acto de sacarnos todos los malos espíritus, toda la negatividad, y desear prosperidad”, señalaron.
El Jardín Japonés organiza este evento desde hace más de 20 años, lo que lo convirtió en un clásico de fin de año.
Uno de los momentos centrales es el toque de la campana, un elemento clave en la cultura japonesa. “Utilizamos la Campana de la Paz Mundial tres veces al año: el 21 de septiembre, Día de la Paz Mundial, para desear la paz en el mundo; a fin de año, como ahora, para pedir deseos y despojarnos de lo negativo; y cuando comienza el año, para desear buenos augurios”, indicaron.
“La gente viene con mucha convicción y participa en gran cantidad. Es un momento sumamente emocionante. Incluso vienen personas con algunas dolencias o enfermedades. No es un ritual religioso, sino un ritual de cambio de energía”, agregaron.

Ubicado en el barrio de Palermo, en la intersección de las avenidas Casares y Figueroa Alcorta, el Jardín Japonés abrirá sus puertas con una entrada general de $4500 para residentes argentinos con DNI. El ingreso será gratuito para menores de 12 años, mayores de 65 y personas con certificado de discapacidad (con acompañante). Para no residentes, el valor será de $13.500.
La expectativa para esta edición es alta. “Esperamos público de todo el mundo. Muchos argentinos ya conocen este ritual, pero también esperamos a los turistas para que conozcan un poco más la cultura japonesa y puedan realizar este acto, que es muy personal. Es un momento corto, íntimo, pero muy simbólico, significativo y emocionante”, concluyeron.




