El manager de las modelos declaró que lo engañaron

MADRID (De nuestra corresponsal). - Alejandro Panno, el representante de las dos modelos detenidas en Barcelona por contrabando de cocaína, declaró ayer que no sólo las jóvenes son inocentes sino que él también lo es. Y que no tiene idea de cómo llegó la droga a su equipaje.

"Soy inocente, somos inocentes", clamó el manager. De la pesquisa surge que los casi 16 kilos de cocaína aparecieron distribuidos en partes iguales en un doble fondo de las cuatro grandes valijas con las que viajó.

Y el dato que añadió Panno fue que esos bolsos se los entregó "un español" en el momento de partir desde Buenos Aires, con el pretexto de incluirlas como una "promoción paralela" en las presentaciones contratadas para las dos jóvenes modelos. Las valijas, de una conocida y antigua marca nacional, iban a ser escenografía de las producciones.

La revelación pareció interesar a la jueza Ana Collado, quien ayer se inclinó por solicitar una investigación en la Argentina para seguir las ramificaciones del caso; sobre todo, con la eventual identificación del supuesto entregador de la droga.

Pero el punto es que, según fuentes que siguen el proceso, lo ocurrido ayer no alteró la situación de las dos jóvenes, María Belén Téllez, de 21 años, y Jésica Almada, de 19.

Ambas cumplen hoy 86 días de prisión en el Centro Penitenciario de Barcelona, al que llegaron el pasado 29 de octubre, luego de que la policía encontrara droga en el equipaje del grupo.

Apenas eso ocurrió, Panno declaró que las dos chicas nada tenían que ver, pero la jueza las encerró por temor a que, en su condición de ciudadanas extranjeras, abandonaran España y no estuvieran para cuando ocurra el juicio en el que es muy probable que se declare su inocencia y por el que, paradójicamente, deben esperar meses y meses en la cárcel.

Silvia, la madre de Jésica Almada, dijo a LA NACION que no tenía novedades sobre su hija. "No tenemos idea de si esto [la declaración de Panno] cambia algo. No recibimos ninguna información", dijo.

Al parecer, en los últimos días, y tras haber usado el teléfono público de la cárcel, ambas jóvenes sufrieron una drástica reducción de la posibilidad de usarlo. "Están con las llamadas muy restringidas", contaron sus familiares.

En cuanto a Panno, tras su declaración fue enviado nuevamente a la llamada Cárcel Modelo de la capital catalana. Quienes siguieron su comparecencia explicaron que no llegó a identificar al ciudadano español del que dijo que le dio la droga, pero su abogado defensor urgió a la jueza a buscar esa identidad en el interior del equipaje incautado como prueba.

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